Alemania

Merkel prohíbe las mascarillas de tela y exige el uso de las profesionales

La canciller aprobó prolongar hasta el 14 de febrero el cierre que afecta a gastronomía, ocio, cultura, deporte y comercio, excepto supermercados y farmacias, además de los colegios y guarderías

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La canciller alemana Angela Merkel y los presidentes regionales de los Bundesländer acordaron este martes hacer obligatorio el uso de las mascarillas profesionales -bien las quirúrgicas o las FFP2- en Alemania para acceder al transporte público, a los comercios o a cualquiera de los servicios administrativos todavía abiertos, que siguen siendo muy pocos. De esta manera, quedan prohíbidas las mascarillas artesanales, hechas en casa o a juego con la ropa.

Alemania volvió a superar los 1.000 muertos por covid-19 y los 20.000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, aunque comunicó hoy la incidencia acumulada en siete días más baja desde el 1 de noviembre, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados la pasada medianoche.

En la misma reunión mantenida entre Merkel y y los ministros presidentes, donde quedó establecido que solo las mascarillas profesionales ofrecen un nivel aceptable de protección, también se aprobó prolongar hasta el 14 de febrero el cierre que afecta a gastronomía, ocio, cultura, deporte y comercio, excepto supermercados y farmacias, además de los colegios y guarderías.

Este último apartado fue el más complicado en que llegase a buen puerto. De hecho, la reunión se mantuvo bloqueada durante varias horas al no llegarse a un acuerdo, a pesar de que los Bundesländer son los que tienen la competencia de la Educación y potestad para tomar los gobiernos regionales la decisión que cada uno considere más ajustada a su territorio.

Asimismo, también se plantearon cierres en los servicios de transporte público, pero finalmente se optó por esta medida indirecta que ayudará a reducir los contactos. «Las duras restricciones que los ciudadanos están respetando comienzan a dar sus frutos», comentó Merkel en su primera declaración con semillas de optimismo en meses, «pero no es momento de bajar la guardia y es necesario actuar ahora contra las mutaciones del virus, especialmente la detectada en Reino Unido».