OMS
Un tratado internacional contra las pandemias: 23 líderes mundiales se adhieren a la propuesta
De momento, ni China ni EEUU han suscrito este texto, cuya firma se espera en el mes de mayo
La propuesta de la Unión Europea de poner en marcha un tratado internacional- dentro de marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- para luchar contra las pandemias va tomando cuerpo. La iniciativa fue presentada ayer de manera oficial y se espera que el acuerdo pueda estar listo en el mes de mayo, cuando se celebre la Asamblea General de la Salud. El objetivo de esta iniciativa es promover la cooperación global para que no vuelva a instalarse el sálvese quién pueda ante una nueva crisis sanitaria de esta envergadura. De momento, el manifiesto en apoyo de esta propuesta ha sido firmado por 23 líderes entre los que se encuentran Pedro Sánchez, Angela Merkel, Emmanuel Macron y Boris Johnson, entre los países europeos.
“El mundo no puede permitirse esperar a que termine la pandemia para comenzar a prepararse para la próxima” aseguró ayer el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus en rueda de prensa. Entre los países no europeos que se han adherido a esta propuesta, se encuentran Kenia, Chile, Costa Rica, Sudáfrica o Indonesia. Se espera que la presentación de ayer suponga en pistoletazo de salida para que los 194 miembros que conforman la Organización Mundial de la Salud lleguen a un acuerdo. En este manifiesto que ayer fue publicado por varios periódicos internacionales, también destacan notables ausencias. Ninguno de los dirigentes clave del G20 (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, la India y Brasil) han suscrito este texto, pero el director de la OMS asegura que la propuesta ha recibido una buena acogida tanto por parte de Washington como de Pekín. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha supuesto la vuelta de EEUU a las OMS, después de que su predecesor, Donald Trump, acusara al organismo internacional de haber apoyado a China en su estrategia de ocultación del origen y alcance del virus.
“La pandemia de covid-19 es el mayor desafío para la comunidad mundial desde la década de 1940. En aquellas época, tras la devastación provocada por las dos guerras mundiales, los líderes políticos se reunieron para forjar el sistema multilateral. Los objetivos eran claros: unir a los países, disipar las tentaciones del aislacionismo y el nacionalismo y abordar los retos que sólo podían lograrse de manera conjunta con un espíritu de solidaridad y cooperación, es decir, la paz, la prosperidad, la salud y la seguridad”, asegura el manifiesto para después proponer soluciones. Entre estas respuestas, el texto aboga por “garantizar el acceso universal, equitativo a vacunas, medicamentos y pruebas diagnósticas seguras, eficaces y asequibles para hacer frente a esta pandemia y a otras futuras”. Además, el manifiesto también defiende la necesidad de aumentar la cooperación internacional en los sistemas de alerta, la puesta en común de datos y la rendición de cuentas mutua.
Estos buenos propósitos contrastan con la lucha sin cuartel de los últimos meses por hacerse con los antídotos y que han convertido a la vacuna en un arma geoestratégica. A pesar de que Reino Unido es uno de los firmantes de la propuesta, las islas han recibido 21 millones de vacunas de las plantas situadas en territorio comunitario, mientras que, por el contrario, Londres no han dirigido ni un solo vial sus antiguos socios, lo mismo que EEUU. A pesar de la buena sintonía con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Washington ha bloqueado las exportaciones de los antídotos a otros paises- incluida la UE- hasta que su población no haya sido inmunizada.
Dentro del propio club comunitario, el retraso en el suministro de la farmacéutica anglo- sueca AstraZeneca también ha abierto el debate sobre cambios en el sistema de reparto. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete no fueron capaces la semana pasada de llegar a un acuerdo y decidieron pasar la patata caliente a los embajadores de la UE.
A pesar de esto, el texto incide en el propósito de enmienda. “en un momento en que la covid-19 ha explotado nuestras debilidades y divisiones, debemos aprovechar esta oportunidad y unirnos como comunidad mundial para entablar una cooperación pacífica que se extienda más allá de esta crisis”. Algunos expertos aseguran que la firma de esta tratado no tiene sentido ya que actualmente existe el Reglamento Sanitario Internacional, un instrumento legalmente vinculante. Sin embargo, el presidente del Consejo, Charles Michel, insiste en que es este tratado es necesario para formalizar ciertos aspectos de la cooperación en el ámbito de las pandemias.
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