Venezuela
El acoso del chavismo contra la mano derecha de Juan Guaidó
El político venezolano Roberto Marrero denuncia un nuevo hostigamiento por parte del régimen de Maduro
El acoso contra la mano derecha del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, no cesa. A pesar de que el opositor político ya no se encuentre en suelo venezolano el régimen ha vuelto a ponerlo en el punto de mira del chavismo. ¿El motivo? La solicitud de Guaidó a Roberto Marrero para “desarrollar y coordinar esfuerzos para seguir adelante” en su intención de reestructurar Telesur y arrebatársela a Nicolás Maduro. Desde su nombramiento por parte de Guaidó, el acoso del chavismo ha sido flagrante.
Y es que el presidente encargado quiere quitarle a Maduro la polémica cadena Telesur, que en su opinión, “ha sido un brazo ejecutor de la mentira”, y que “el aparato de desinformación y censura de la dictadura (de Maduro) es una de sus herramientas para sostenerse en Venezuela y hacer propaganda en nuestro país y la región” latinoamericana.
Fundada hace 14 años, con la participación de Nicaragua, Bolivia, Uruguay, Cuba y Venezuela, esta televisión pública defiende la revolución bolivariana, y según Guaidó “promueve a grupos terroristas”, la desigualdad y la desinformación. Telesur está dirigida por la colombiana Patricia Villegas, que llegó a Caracas en el año 2005 para convertirse en presentadora de noticias del canal.
Telesur está operado por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, un conglomerado de medios estatales adscritos al Ministerio para la Comunicación venezolano, según informa la agencia EFE. Lo cierto es que ya en enero de 2020, Guaidó designó a los periodistas Leopoldo Castillo y Larissa Patiño al frente de la “Comisión para la Reestructuración de Telesur”, en los cargos de presidente y coordinadora, respectivamente. Esta comisión pretende “recuperar la señal y colocarla al servicio de la democracia en la región”.
Sin embargo, Guaidó quiere ir más allá y para eso ha nombrado a Marrero, uno de sus hombres de confianza, al frente de esta misión, junto al periodista Eduardo Sapene.
Un nombramiento difícil de asimilar para el chavismo
Pero su nombramiento no ha sentado bien en las filas del chavismo, que ha pasado a la acción y al acoso de Marrero. Este fin de semana, el ex preso político, denunció que varios funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICP) están intentando entrar a su casa de Caracas.
“Me informan vecinos de (el sector caraqueño de) Las Mercedes, que hay funcionarios del CICPC intentando entrar en mi casa”, indicó el propio Marrero en su cuenta de Twitter.
A la denuncia se sumó la oposición, que se refirió al caso en la misma red social a través de la cuenta de la antigua Asamblea Nacional (AN, Parlamento), al asegurar que “funcionarios del régimen de Nicolás Maduro atacan nuevamente la vivienda” de Marrero.
La antigua AN vinculó el intento de allanamiento con la decisión por parte de Guaidó de designar a Marrero al frente de la comisión para quitar a Maduro el control de la señal del canal multiestatal Telesur y subrayaron que Marrero “se encuentra fuera del país”.
Al día siguiente, Marrero informó de lo ocurrido: “Los esbirros llevan una hora en mi residencia de Caracas buscando no sabemos qué. Desde el 21/03/2019, cuando se robaron todo lo de valor económico, no hay nada nuevo. Ahora, lo que no se pueden llevar sigue intacto: la dignidad, la fuerza y la fe en que hacemos lo correcto”, escribió en su perfil de Twitter.
El político opositor recordó que “los que están en mi casa, que por cierto compré hace más de 15 años, son funcionarios de la Policía anticorrupción. La corrupción está en Miraflores”.
Horas después, el venezolano anunciaba con sarcasmo que debió molestar su nombramiento al régimen de Maduro. “Se ve que a la dictadura le pegó lo de #TelesurLibre: cambiaron la cerradura, amenazaron a los vecinos, pretenden hacer una incautación con sólo una orden de allanamiento, se van y no dejan el apartamento precintado. Acción tras acción van demostrando la chapuza y su incapacidad”, resumió Marrero.
“Además, encargaron de este saqueo al mismo juez que llevó parte de mi caso y metió preso a Roland Carreño. A quien, por cierto, ayudé más de una vez cuando él estudiaba Derecho y yo era cliente de la arepera Los Pilones, donde él era mesonero. La dictadura le hace eso a la gente”.
El político venezolano se refiere al juez del chavismo José Maximino Márquez García. Tanto él como la jueza Carol Padilla son los brazos ejecutores por excelencia del régimen en este tipo de casos, violatorios de los derechos humanos, contra la oposición venezolana. Es más, cabe recordar que Carol Padilla está sancionada por Estados Unidos. El juez ya formó parte de su juicio por el que que finalmente fue condenado a cárcel. En este sentido, el hecho de que Márquez García esté al frente de la incautación de la casa de Marrero es una clara evidencia de persecución política. Siempre son los mismos jueces y fiscales los que persiguen a los opositores al régimen de Maduro.
El entonces “número dos” Guaidó fue detenido el 21 de marzo de 2019, acusado por el régimen de Maduro de formar parte de una célula terrorista que, según el chavismo, “planificaba realizar un conjunto de ataques selectivos”, para los que habría contratado “mercenarios colombianos y centroamericanos”.
Finalmente, y gracias a la mediación internacional, fue liberado el 9 de septiembre del Helicoide, el temido centro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Marrero fue indultado en un proceso de excarcelación bajo la mediación de la Unión Europea y la alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet.
Ya entonces, el político venezolano dio las gracias al Alto Representante de la UE, Josep Borrell, por lograr su liberación.
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