Entrevista
El ex jefe de Gabinete de Juan Guaidó, Roberto Marrero, recuperó su libertad tras pasar un año y medio en la cárcel del Helicoide en Caracas. Lo primero que recuerda de su liberación durante la noche del 31 de agosto es la luna llena. «La mejor luna porque fue respirar el primer aire de libertad». Los 529 días en la cárcel no han hecho mella en sus convicciones ni han debilitado su compromiso con la democracia en Venezuela.
LA RAZÓN le entrevista por remoto a cuatro días de las elecciones legislativas en las que Maduro quiere desalojar a la oposición de la Asamblea Nacional. «Perdona que te interrumpa», nos dice, «pero no son elecciones es un fraude».
-Usted fue uno de los 110 presos políticos liberados en septiembre por Maduro. ¿Cuál fue su delito?
-Mi delito fue creer en un cambio democrático en Venezuela. Era entonces jefe de Gabinete del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, elegido por más de 14 millones de venezolanos en las legislativas de 2015.
-¿Por qué le acusa el régimen de terrorismo?
-El entonces director de Inteligencia del Sebin, el general Manuel Cristopher Figuera, declaró públicamente que Maduro le ordenó detenerme. «Siémbrale armas, no sé haz lo que tengas que hacer, pero mételo preso», relató cuando desertó de las Fuerzas Armadas en la revuelta del 30 de abril. Con mi detención asestaban un golpe a Guaidó. A mí ya me habían retirado la inmunidad parlamentaria. Me consideran el artífice de la operación constitucional que derivó en la proclamación de Guaidó como presidente interino y que contó con una avalancha de reconocimientos internacionales.
-¿Cómo es ese año y medio en el Helicoide?
-En la cárcel hay momentos malos y peores. Cuando uno sufre un golpe fuerte se desmaya. Cuando uno entra en la cárcel parece que está desmayado, sin energía. La hora más especial, es la del gimnasio porque estás una hora fuera de la celda. Vives pendiente de que te abran una reja. La gestión del tiempo es uno de los problemas en la cárcel hasta que aprendes a dominarlo.
-La ONU ha denunciado que en Venezuela se han cometido ejecuciones, torturas y desapariciones arbitráreas. También la OEA. ¿Fue testigo de alguno de estos abusos?
-He compartido celda con presos que han sido torturados y he escuchado sus testimonios de primera mano, pero a mí no me han torturado físicamente, sí psicológicamente.
-¿Cómo fue el reencuentro con su familia?
-Puede que sea un preso político atípico. Yo salí feliz. Estaba un paso más cerca de mi mujer y mi hijo, que es lo que más quiero. Pude abrazar a mi familia, a mis hermanos y a mi mamá.
-¿Quiere volver a Venezuela?
Tengo ganas de regresar, es mi patria, pero la situación es muy complicada. Acaban de poner presos a dos compañeros nuestros. Nos enfrentamos a una dictadura. Maduro debe darse cuenta de que tiene que negociar una transición.
-Agradeció su salida al Alto Representante de la UE, Josep Borrell y al Gobierno. ¿Fue determinante la intervención europea y española?
-Mi impresión es que la presión presión definitiva para lograr la liberación fue europea. Mi agradecimiento a la UE y al Gobierno español es absoluto. También a López Obrador y al canciller Marcelo Ebrard.
-En las elecciones legislativas del domingo nadie espera otro resultado que una victoria contundente de PSUV. ¿Este fraude da visibilidad a la oposición democrática?
-El 6-D es ya un fracaso. Todas las cancillerias se han pronunciado y han dicho que no van a apoyar el resultado. Pero nosotros también tenemos que ponernos en marcha. No podemos estar pasivos ante el fraude. Hay que movilizarse en la consulta popular del 12 de diciembre. Va a ser una consulta inédita. Pedimos la solidaridad del pueblo. En especial a los venezolanos que están en España de que apoyen la consulta popular porque vale la pena.
-¿Qué expectativas tienen de participación?
-Nuestras expectativas están cumplidas con el reconocimiento del fraude pero, sin duda, debe haber una participación ciudadana fuerte el 12-D.
-La embajadora de Guaidó en Reino Unido ha renunciado este martes. ¿Pueden producirse más casos como éste?
-No. El Gobierno interino está cohesionado en torno a Guaidó. Los embajadores son cargos honoríficos que no cuentan con presupuesto. Las circunstancias son difíciles y entiendo a la representante en Reino Unido aunque hubiera preferido que no hubiera renunciado.
-¿Hay una alternativa dentro de la oposición al liderazgo de Guaidó?
No, en este momento no lo veo. Estamos en un proceso de transición y nosotros tenemos una propuesta firme. Tenemos que negociar una salida con el chavismo. No hay Mandela sin De Klerk. Tenemos que tener la audacia de encontrar a un De Klerk o varios dentro del chavismo.
-¿Han tenido contactos con el equipo de transición de Biden?
-En estos momentos están inmerso en un proceso interno pero estamos tranquilos de que la política se va a mantener. Habrá un cambio de acento, quizás, pero no de fondo. Biden dijo en campaña que no permitirá otra Cuba. La posición de la UE es clave.