Duro golpe de la guerrilla colombiana a las tropas de Maduro

El conflicto armado en la frontera ente Venezuela y Colombia cumplió un mes desde que se reportaron los primeros enfrentamientos entre militares venezolanos e integrantes de guerrillas disidentes de las FARC. Semanas en las que ha habido tiros, muertos, heridos y unos 6.000 desplazados desde aquel 21 de marzo.

Durante la última semana, no se habían registrado enfrentamientos. Varios de los refugiados optaron por volver a sus casas. Pero el domingo volvieron a rugir los cañones cuando el sábado 29 uniformados venezolanos fueron emboscados en dos eventos distintos, ambos en el sector La Capilla, del estado Apure, dejando un saldo de tres muertos y dos heridos.

La denuncia la hizo primero la Comisión de Seguridad e Inteligencia que responde al llamado gobierno interino de Juan Guaidó, y luego fue ratificada en una minuta de incidencias adjudicada a la Brigada de Infantería de Marina Fluvial 6 del Ejército de Venezuela. “Fueron atacados con fuego sostenido de armas automáticas y ametralladoras en ambos combates, mientras que los militares respondieron al ataque con armas orgánicas de los equipos del bote”, explica el documento.

El reporte oficial solo revela un herido por ambos hechos. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, confirmó este lunes que hay más militares fallecidos y heridos tras el combate de las últimas 72 horas, aunque no brindó detalles. “Lamentablemente, fallecieron algunos de nuestros efectivos cuyos cuerpos están siendo identificados mediante la necropsia correspondiente. Otros resultaron heridos y reciben la debida atención médica en la red sanitaria militar y pública”.

En un comunicado, el alto oficial refirió que en los enfrentamientos “hemos infligido un importante número de bajas a los precitados grupos, logrando la destrucción de instalaciones temporales que pretendían usar para sus actividades delictivas; de igual modo fueron capturados varios sujetos que están aportando valiosa información de cara a próximas acciones”.

El ministro de la Defensa catalogó como “organizaciones criminales y terroristas” a las bandas armadas al tiempo que afirmó que están respaldadas por “la oligarquía colombiana, que tiene el infame propósito de exportar su modelo narco paramilitar a nuestro país, especialmente a lo largo del eje fronterizo”.

La organización Fundaredes, que sigue de cerca el conflicto, continúa denunciando que las Fuerzas Armadas venezolanas, incluyendo las Fuerzas de Acciones Especiales, actúan contra disidentes de las FARC por “el control del narcotráfico y del territorio considerado estratégico para diversas operaciones ilegales”.

De hecho, su coordinador en Apure, Juan Francisco García, publicó en Twitter la semana pasada que el cese de los disparos había ocurrido desde que “las FARC han solicitado, a través de un video, mecanismos de negociaciones para lograr un acuerdo, sosteniendo que no entregarán el territorio y denunciando a las FANB como violadores de derechos humanos”.

Entretanto, Human Rights Watch (HRW) acusó este lunes a las fuerzas de seguridad venezolanas de las ejecuciones extrajudiciales de al menos cuatro civiles, de detenciones arbitrarias y de torturas, entre otros “abusos aberrantes” contra la población del estado de Apure, fronterizo con Colombia. La organización pidió investigar el tema a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Misión de la ONU de Determinación de los Hechos para Venezuela.