Trágico suceso

“Intentó decapitarlo y dejarle sin dedos”. Un niño de quince años mata a su amigo de doce por una discusión relaciona con drogas

El joven asesino quiso deshacerse de las pruebas y envió un mensaje a otro adolescente al que le dijo que “las cosas salieron mal”

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Un adolescente de quince años fue condenado por asesinar a su amigo, de doce, después de apuñalarlo más de 70 veces en un “brutal y prolongado” ataque y que este hubiera sufrido heridas “compatibles con un intento de extirpar la cabeza y decapitarlo” en Boston.

Según el tribunal, el niño tenía intención de infligir violencia grave “porque era un soplón”. El jurado tardó apenas dos horas en condenarlo. De todas formas, el juez Jeremy Baker dijo que dictaría sentencia en una fecha posterior, y le explicó al acusado que “no era un ejercicio de sentencia sencillo”.

El acusado afirmó que se había reunido con su amigo “para entregarla un alijo de drogas que las vendiera”, pero comenzó a discutir porque “no recibió un pago de 50 libras que habían acordado”. El joven asesino comentó que recordaba “haber apuñalado más de una vez a su amigo, pero no 70 golpes”.

Después del ataque, el joven corrió a su caso e intentó esconder el cuchillo y quemar su ropa y sus guantes, para no dejar rastro. Luego, envió un mensaje a un amigo diciendo “que las cosas salieron mal y no se suponía que tenían que haber salido así”.

El patólogo Guy Rutty, que examinó el cuerpo del asesinado, dijo que había identificado hasta veintidós sitios de lesiones en el cuello, el pecho y el abdomen, algunos de los cuales contenían hasta diecisiete lesiones distintas. El niño, además de dejarle sin cabeza, también intentó “quitarle la mano o dos dedos”.

“Es una tragedia que afectó profundamente a la escuela y la comunidad local, y que permanecerá con todos nosotros durante toda la vida. El nivel de violencia, y que involucró a los niños, hace que sea aún más difícil de comprender”, dijo Richard Myszczyszyn, de la Unidad de Operaciones Especiales de East Midlands, quien describía el asesinato como “un acto sin sentido”.