Agricultura

La UE debate sobre la necesidad de tener una reserva estratégica de alimentos

En este momento, carece de un stock público de carne o cereales

La siembra de cereales de ciclo corto
La siembra de cereales de ciclo cortoSergio Gómez

La Comisión Europea ha abierto hasta el 9 de mayo una consulta pública antes de elaborar una Comunicación sobre una estrategia de constitución de stocks de productos alimentarios en toda la UE. Este documento podría ver la luz el 25 de junio. No es un asunto menor, ni mucho menos, a la vista de la situación que se vive en el mundo y del uso de los alimentos como un elemento estratégico. Conviene hacer un poco de historia. La Política Agraria Común (PAC) ha sido de verdad la única común desde que se fundó la Comunidad Económica Europea (CEE). Ente sus objetivos estaba garantizar el abastecimiento y la seguridad alimentaria en términos de cantidad y a precios asequibles. Hay que situarse en los años de la postguerra europea, en los que la población había pasado hambre. Por este motivo, se ideó un sistema de precios garantizados a los agricultores y ganaderos, para garantizar unos ingresos mínimos y aumentar la producción. Con el paso del tiempo, este sistema dio lugar a la creación de enormes excedentes de, por ejemplo, mantequilla, leche en polvo, cereales o vino.

La situación se hizo insostenible y, a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, se adoptaron una serie de reformas de la PAC y se cambió el régimen de los precios garantizados por un sistema de ayudas directas, que, con algunas modificaciones, sigue vigente en la actualidad. Tras los sucesivos cambios en esta política han desaparecido prácticamente las medidas de gestión de los mercados y, por supuesto, los excedentes, hasta el punto de que no hay reservas públicas de alimentos, de las que «tirar» en el caso de que haya una situación de escasez en un momento dado. Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la subida que se registró de los precios de alimentos básicos, se generó un cierto debate sobre la necesidad, o no, de crear unas reservas estratégicas. Este asunto ha vuelto a surgir durante los últimos meses y buena prueba de ello es el lanzamiento de esa consulta pública, que acaba de anunciar la Comisión, con el objetivo de poner en marcha una estrategia global de constitución de reservas a escala de toda la UE para garantizar la disponibilidad de bienes y materiales críticos en distintos escenarios de crisis, tanto a nivel de la UE, como nacional.

Factor estratégico

China, Rusia e India consideran a los alimentos como un factor estratégico y pretenden tener el mayor nivel de autoabastecimiento, aunque por diferentes motivos. Ahora, en la UE se abre este debate mediante lo que denominan en Bruselas «un enfoque pangubernamental que abarque las políticas industrial, energética, comercial, de defensa, sanitaria, agrícola, pesquera y alimentaria». Para ello, se podría recurrir a acuerdos de cooperación público-privados. La Comisión ya presentó hace un mes una estrategia de la UE para la preparación ante situaciones de urgencia (catástrofes naturales, de origen humano, ciberataques, crisis geopolíticas) que contempla en particular la posibilidad de almacenamiento a escala comunitaria de equipamientos energéticos, productos agroalimentarios y agua para adelantarse a posibles situaciones de escasez.

La verdad es que la existencia de los lagos de leche o vino y las montañas de mantequilla y cereales que surgieron en los años ochenta era imposible de mantener, pero de ahí se pasó al otro extremo, que es el actual, en el que no existen reservas públicas de alimentos. Urge hallar un término medio entre ambos extremos y recuperar algunos de los mecanismos de gestión de los mercados que existían. Con ello se conseguiría un doble objetivo: por un lado, crear esas reservas estratégicas de productos agroalimentarios de primera necesidad y, por otro, ayudar a los agricultores y ganaderos a salir del atolladero cuando surjan crisis de precios en determinados sectores, retirando los excedentes de forma rápida y a precios que garanticen una renta mínima.

Para terminar, dos datos para la reflexión: al terminar la actual campaña de comercialización de cereales, dentro de dos meses, China tendrá el 70% de las reservas mundiales de maíz y la mitad de las existencias físicas de trigo, de acuerdo con las últimas cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La subida del precio de los huevos y las dificultades de abastecimiento en EE UU a causa de la gripe aviar han puesto sobre la mesa la necesidad de contar con reservas estratégicas en algunos productos.