Brutal asesinato
Un joven de diecinueve años es declarado culpable por matar a dos hermanas “por un pacto con el diablo” para ser más rico
Hussein era un obsesionado de los hechizos y la brujería y había “pactado” riqueza a cambio de sacrificios humanos
El joven que fue detenido por presuntamente matar de forma brutal a dos hermanas por “un pacto con el diablo” ha sido declarado culpable de asesinato. Danyal Hussein, un varón de diecinueve años, estaba acusado de apuñalar a Bilbaa Henry y Nicole Smallman, dos hermanas de 46 y 27 años, después de haber pactado, según él, “con el diablo”, para ganar el Super Jackpot de Mega Millions.
“Es muy difícil para mi equipo hasta el día de hoy comprender que este chico de dieciocho años, como era en ese momento -ahora tiene diecinueve-, pudo haber llevado a cabo tales y tales ataques salvajes. Mostró falta de respeto por todo, por las familias, los sistemas de apoyo, el proceso, la policía, los paramédicos, todos, y el jurado”, dijo el oficial investigador de la Operación Saxonstreet, Simon Harding.
Hussein era un obsesionado de los hechizos y la brujería, y había cortado su propia sangre para hacer dicho pacto con “un demonio llamado Lucifuge Rofocale”, con el que prometió sacrificar mujeres a cambio de riqueza. En el juicio, también se habló de otra nota en la que el culpable ofrecía “sangre por potencia sexual”, para enamorar a una chica de su escuela.
“Para Bibaa y Nicole se suponía que el viernes 5 de junio sería una celebración de la vida, pues era el cumpleaños de una de ellas. Se suponía que iba a ser una velada de amistad y amor, y se suponía que ambas hermanas terminarían regresando a casa”, dijo la fiscalía, a lo que añadió que para Hussein, la celebración fue “muy diferente”: “Fue una celebración de la muerte, no de la vida; fue una noche de sacrificio y violencia, no de emociones compartidas; y fue el comienzo de su planificada campaña de venganza que vería cumplida parte de su retorcido trato y lo dejaría ansioso por las riquezas que creía que pronto llegarían a su camino. Es difícil imaginar que alguien pueda hacerle daño a otro ser humano”.
Posibles intereses de extrema derecha
Desde el jurado, aseguraban que el “acuerdo para sacrificar mujeres era tan ridículo como las notas”. También rechazaron la sugerencia de que la escena del crimen podría haber estado contaminada, diciendo que no había evidencia para explicar como la sangre y ADN de Hussein estaban allí.
Por otro lado, la policía dice que “nunca pueden descartar” un motivo racista debido a “temas de derecha” en su actividad en redes sociales. Las conversaciones en línea de Hussein mostraron “alguna evidencia limitada de pensamientos de extrema derecha”, pero la mayoría tenía que ver con “hechizos y pociones de amor”, dijo Harding.
“Espero que sea la última vez que veamos algo de esta naturaleza, pero creo que es algo que ciertamente está creciendo y hemos tenido discusiones desde el principio para comprender mejor los pensamientos y las ideologías de este tipo de personas”.
Ambiente difícil
El joven, de descendencia kurda de Irák, había sido enviado a un programa de desradicalización a la edad de 15 años por su escuela por temor a que fuera “vulnerable a la preparación”. Sus amigos decían que a veces se comportaba “de manera extraña, sobre todo con mujeres, como un adolescente torpe”.
Al chico le habían diagnosticado un trastorno de espectro autista, aunque después de su arresto, los especialistas en salud mental lo vieron más de cuatro veces y no encontraron indicios de que estuviera delirando en el momento de los ataques.
El padre de Hussein, Kamal, estuvo presente durante todo el juicio. Kamal dirige una tienda en Leyton, en East London. Los padres estaban separados, y la madre era la que había criado a Hussein, junto a sus dos hermanos menores. Según la policía, la familia no colaboró y la madre del acusado se fue de Londres y no regresó.
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