Secretismo

El director de la CIA se reunió en secreto en Kabul con los talibanes

Calificada como “un intercambios de opiniones”, la reunión entre el líder talibán y Burns, se produjo a petición de Biden

Joe Biden pretende subrayar, a través de este encuentro secreto de la CIA con la cúpula talibán, la importancia mostrada por su Administración
Joe Biden pretende subrayar, a través de este encuentro secreto de la CIA con la cúpula talibán, la importancia mostrada por su AdministraciónPOOLREUTERS

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William J. Burns, se reunió en Kabul esta semana con los líderes talibanes. Se trata del primer encuentro de más alto nivel entre un funcionario de la Administración Biden y la cúpula del grupo islámico.

Con más de 30 años de carrera diplomática a su espalda, el director de la CIA con el Gobierno de Biden mantuvo una reunión cara a cara con Adbul Ghani Baradar. El líder talibán estuvo al frente de las negociaciones de paz en Qatar de la anterior Administración de EEUU, con el ex secretario de Estado, Mike Pompeo, como testigo bajo la presidencia de Donald Trump.

Calificada como “un intercambios de opiniones” por un funcionario estadounidense, la reunión entre el líder talibán y Burns, uno de los diplomáticos más experimentados del país y de gran confianza de Biden, se produjo a petición del propio presidente de EEUU.

Joe Biden pretende subrayar, a través de este encuentro secreto de la CIA con la cúpula talibán, la importancia mostrada por su Administración para aclarar la posición que los insurgentes van a tomar en diversas cuestiones relevantes, conforme se materializa su toma de control en el poder los próximos días y en vistas a la retirada de las tropas estadounidenses.

Una de las prioridades de la Administración Biden en este momento, trasladada por Burns a los talibanes en su encuentro secreto, es conseguir que los insurgentes les permitan completar la operación militar para llevar a cabo las evacuaciones de decenas de miles de personas, en su mayoría afganos, que tratan de salir del país desde el aeropuerto de Kabul.

El ritmo de las evacuaciones, liderado por EEUU en coordinación con sus aliados, se ha acelerado en los últimos días. Pero, aún así, no parece que vaya a ser suficiente para completar con garantías el rescate de miles de personas que siguen tratando de huir de Afganistán antes del 31 de agosto.

Y es que trasladar a los afganos desde sus hogares hasta el aeropuerto de Kabul se ha convertido en uno de los grandes desafíos planteados estos días tras la repentina invasión talibán y se está haciendo cada vez más peligroso y complicado. Los miles de soldados de EEUU enviados con urgencia a la capital afgana en la última semana, con el apoyo militar de otros países aliados, trabajan contrarreloj para evacuar al mayor número de personas posible de Afganistán.

Precisamente los insurgentes bloqueaban el acceso al aeropuerto internacional de Kabul el martes, desde donde se están realizando la mayoría de las evacuaciones de decenas de miles de personas que todavía hoy intentan abandonar desesperadamente el país.

Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, reiteró el rechazo del grupo islámico de prologar la permanencia de tropas estadounidenses y aliados internacionales, apuntando al caos del aeropuerto de la capital afgana desde que dieran comienzo las labores de evacuación y anunciando, a la vez, el cierre de todas las vías de acceso desde la ciudad para evitar que los afganos se unan a la multitud concertada en las instalaciones aeroportuarias para abandonar el país.

“La carretera que termina en el aeropuerto de Kabul está bloqueada. Los extranjeros pueden atravesarla, pero a los afganos no se les permite”, declaró Mujahid en una comparecencia de prensa el martes, sin aclarar durante cuánto tiempo se pondrá en marcha esta nueva medida.

Los talibanes, temerosos de perder el talento afgano de quienes tratan de huir del país, también rechazaron cualquier extensión del plazo inicial marcado por el presidente Joe Biden para la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, el próximo 31 de agosto.

Pero EEUU no se dará por vencido, a pesar de las amenazas de los insurgentes de que “habrá consecuencias” si permanecen más allá de esa fecha y se traspasa “la línea roja”.

Alargar la salida definitiva de los soldados estadounidenses y sus países aliados es, de hecho, el objetivo central de la cumbre del G7 (integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón), cuyas potencias se reunían de manera virtual este martes para tratar de convencer a Biden de permanecer más tiempo en Afganistán. Tanto tiempo como sea necesario para completar las labores de rescate de la población civil en riesgo.