Dura decisión

La Corte Suprema no paralizará la ley del aborto en Texas, la más estricta de Estados Unidos desde 1973

La polémica no contempla excepciones para casos de violación o incesto y fue redactada por legisladores texanos

Texas se convierte así en el primer estado desde 1973 en aprobar una ley que no sólo prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación
Texas se convierte así en el primer estado desde 1973 en aprobar una ley que no sólo prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestaciónDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La Corte Suprema rompía su silencio pocas horas después de que la ley del aborto más estricta de Estados Unidos desde 1973 entrara en vigor, justo antes de la medianoche del miércoles y coincidiendo con el primer día de su puesta en marcha, estrenando el mes de septiembre.

La nueva ley aprobada en el estado de Texas, impulsada por el gobernador republicano Greg Abbott el pasado mes de mayo, prohíbe las interrupciones de embarazos a partir de las seis semanas, tan pronto se detecte el latido del corazón del feto. En la mayoría de los casos, las mujeres no saben todavía que están embarazadas.

La ley polémica del aborto en Texas no contempla excepciones para casos de violación o incesto y fue redactada por legisladores texanos con el fin de frustrar los esfuerzos de impugnarla en la máxima institución judicial de EEUU.

Una docena de estados del país han intentando impulsar leyes a favor del aborto parecidas a la de Texas, pero sus intentos se han visto frustrados en el tribunal federal, que ha paralizado completamente, en todos los casos, su entrada en vigor. Algo parecido a lo que se esperaba que ocurriera en esta ocasión, pero la mayoría conservadora de los magistrados de la Corte Suprema no ha paralizado la ley denominada “el latido del corazón” en esta ocasión.

Texas se convierte así en el primer estado desde 1973 en aprobar una ley que no sólo prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación, sino que además permite que cualquier ciudadano pueda denunciar a un individuo o entidad que practique abortos, delegando la responsabilidad que hasta ahora estaba en manos de las autoridades.

Los denunciantes, que pueden ser incluso acompañantes o conductores que trasladen a mujeres embarazadas a las clínicas, podrían beneficiarse de 10.000 dólares si ganan la demanda. Incentivo al que se une también la dificultad de demostrar en los tribunales quién es la parte demandada.

Una vez entrada en vigor la nueva norma, las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de EEUU reconocía que la ley del aborto en Texas, “escandalosamente, delega a los ciudadanos privados para que demanden a aquéllos que creen que ayudaron a otra persona a obtener un aborto prohibido”, que supone la novedad sin precedentes de esta conflictiva ley.

“Es una flagrante violación del derecho establecido bajo Roe V. Wade. Protegeremos y defenderemos ese derecho”, añadía Biden en sus redes sociales.

Pero  horas después, justo antes de la medianoche, la votación de la Corte Suprema avaló la puesta en marcha de la ley del aborto en Texas por 5 votos a favor y 4 en contra. El presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., se unió a los tres magistrados liberales en contra de la medida.

Algunos jueces estadounidenses critican la práctica de la máxima institución del país de decidir en asuntos trascendentales en decisiones apresuradas sin un informe completo o un argumento oral, como este caso concreto de la ley del aborto en Texas. Práctica conocida como “expediente en la sombra” por los especialistas de la Corte Suprema.

El fallo judicial alimenta las esperanzas de los opositores del aborto, reforzados por la anterior Administración Trump, que podrían replicar sus esfuerzos al resto de los estados del país, a la vez que siembra los temores entre los defensores del derecho al aborto, que defienden el creciente riesgo para muchas mujeres en situación vulnerable, que se verán obligadas a acudir a otros estados para interrumpir sus embarazos.