Análisis

“No es el final de Boris Johnson, pero su margen de maniobra es muy limitado”

Tim Oliver, profesor de la Universidad inglesa de Loughborough, analiza la frágil situación del primer ministro dentro de su partido

Boris Johnson
Boris JohnsonTOBY MELVILLEREUTERS

El liderazgo del primer ministro británico, Boris Johnson, sumido en una profunda crisis, es cuestionado una vez más después de que los conservadores sufriesen un duro varapalo al perder, en una elección parcial, un decisivo escaño que había estado sus manos durante casi 200 años. Los liberaldemócratas se hicieron en la elección celebrada el jueves -y cuyo resultado se conoció este viernes- con el escaño de North Shropshire, en el oeste de Inglaterra, una circunscripción que en su día votó abrumadoramente por el Brexit y que desde los años treinta del siglo XIX estaba controlado por los conservadores.

¿Qué posibilidades hay de un voto de confianza contra Boris Johnson en un futuro próximo? ¿El primer ministro mantiene el apoyo de los conservadores?

Un diputado conservador advirtió este viernes que un error más y Johnson saldrá del Gobierno. Es probable que ese sea el sentimiento dentro del Partido Conservador al evaluar los daños de las últimas semanas. No es el final de Johnson, pero su margen de maniobra es muy limitado. Muchos parlamentarios conservadores y seguidores esperarán un cambio y una operación mucho más disciplinada en el número 10 de Downing Street. Eso no cambiará el hecho de que muchos parlamentarios conservadores han albergado durante mucho tiempo dudas sobre la capacidad de Johnson para gobernar. Saben que para un grupo clave de votantes es un gran activista, pero dos años después de una sorprendente victoria electoral parece incapaz de capitalizar ese logro dirigiendo un gobierno competente y coherente. El nuevo año anticipa problemas económicos y sanitarios. Las últimas semanas dejarán a muchos diputados conservadores con dudas sobre si Johnson tiene las habilidades y el apoyo para abordarlos de manera adecuada.

¿Boris Johnson ha perdido su atractivo para los votantes?

El hecho de que los demócratas liberales, un partido favorable a la permanencia en la UE, haya ganado en un distrito electoral sólidamente conservador y partidario de salir de Europa, muestra que el Brexit podría no tener el control sobre la política británica que alguna vez tuvo. Eso no significa que el Brexit haya desaparecido como problema. Las relaciones entre el Reino Unido y la UE siguen siendo tensas y Johnson o los conservadores podrían aprovechar esas tensiones para aumentar su atractivo electoral. Lo que ha enfadado a los británicos es la hipocresía, la corrupción y la incompetencia de Johnson y los conservadores, como se reveló durante las últimas semanas, con el propio Johnson en el centro de todo. Muchos parlamentarios conservadores han tenido durante mucho tiempo dudas sobre la capacidad de Johnson para gobernar, pero nunca han dudado de su capacidad para hacer campaña. Muchos ahora dudarán de esto último porque serán conscientes de que su atractivo para esos grupos se ha visto erosionado y tienen las mismas dudas que los diputados. Si Johnson se ha convertido en un lastre electoral, entonces ha perdido su mayor fuerza política.

¿Quiénes son los principales candidatos de tories para reemplazar a Boris Johnson en caso de que sea derrocado?

No hay un favorito claro que ayude a Johnson. Todos los posibles rivales (Liz Truss y Rishi Sunak son las dos figuras más probables) mantienen un perfil bajo. Pocos de los posibles sustitutos tienen una gran lealtad hacia Johnson, por lo que pocos harán algo más que lo mínimo para apoyarlo en este momento difícil. Pero también serán cautelosos a la hora de heredar un cáliz envenenado. Los problemas que enfrenta el Partido Conservador actualmente giran en torno a Johnson, pero no desaparecerán todos si se va. El gobierno conservador todavía encara decisiones difíciles sobre la economía, las relaciones entre el Reino Unido y la UE, la política social y, por supuesto, la covid. Muchos votantes asociarán la hipocresía y la corrupción tanto a los conservadores como con Johnson.