Crimen organizado

El mafioso italiano detenido en Galapagar fue “cazado” gracias a una foto en Google Maps

Gioacchino Gammino fue arrestado en diciembre en el municipio madrileño, donde se hacía pasar por cocinero y comerciante

Foto de internet de "La huerta de Manu"
Foto de internet de "La huerta de Manu"jmzma

Parece mentira, pero es cierto. Que un capo mafioso, acostumbrado a tomar todas las medidas de seguridad para garantizar su clandestinidad, sea “cazado”, el pasado mes de diciembre, por las Fuerzas de Seguridad al haber publicado su fotografía con el fin de hacer publicidad del restaurante que regentaba, no es muy habitual.

Lo cuentan varios medios italianos, pero ocurrió en España. El imprudente mafioso sujeto de esta historia, que protagonizó una fuga espectacular de una cárcel italiana, no es otro que Gioacchino Gammino, fugitivo desde hace 20 años. Vivía en Galapagar, entre Madrid y El Escorial; regentaba un negocio de hostelería y en las imágenes que realizan los coches de Google Maps para su Street View apareció una imagen suya junto al local “El huerto de Manu”. De hecho, la imagen sigue pudiéndose ver en esta aplicación.

El resto, fue relativamente sencillo. Un agente italiano, en una visita a Google Maps, vio la fotografía y no dudó en reconocerle pese al tiempo pasado. Las Fuerzas de Seguridad del país trasalpino se lo comunicaron a las españolas y, ante su sorpresa, el “capo” recibió la inesperada visita de los policías que venían a colocarle los correspondientes grilletes.

Gammino, de 61 años, al igual que otros muchos mafiosos que han sido capturados en nuestro país, se sentía seguro en Galapagar, donde residía desde hace 10 años. Trabajaba como cocinero, pero todo parece indicar que puede ser una tapadera de otro tipo de actividades conexas con el crimen.

La imagen que delató su presencia en el municipio madrileño, en concreto en la Avenida de los Voluntarios, aparecía junto a un comercio, “El huerto de Manu”. Allí estaba Gammino, envejecido, pero era él, sin duda. No fue difícil establecer una conexión entre la tienda y un restaurante cercano, “La cocina de Manu”. La especialidad del menú era la “cena siciliana”.

En Facebook los agentes encontraron una foto del “chef, Manuel”. Era Gioacchino Gammino, un mafioso entre el centenar de los más buscados por todo el mundo.

Se había fugado hace 20 años de la prisión romana de Rebibbia, en una espectacular huida, pero una cicatriz que tenía en el lado izquierdo de la barbilla terminó por completar y acreditar su identidad.

La fuga consistió en fingir la escapada de otro recluso, que trepaba por los muros de la prisión, mientras se rodaba una película; y aprovechar la confusión del momento para confundirse entre los familiares de los internos, que rápidamente fueron evacuados del centro.

Ahora el capo mafioso habrá de cumplir la pena de cadena perpetua en una cárcel italiana. Asesinó por error a un transeúnte, confundiéndolo con un miembro de otra mafia rival. Mientras, las investigaciones continúan, porque la policía tiene fundadas sospechas de que las actividades comerciales de Gammino eran solo una pantalla para otros negocios turbios. El mafioso tenía antecedentes por tráfico de droga. Pero esas actividades criminales no se ven en Google Maps, subraya la prensa italiana.