Ucrania

Macron confía en una solución pacífica tras su doble visita a Kiev y Moscú

El presidente francés asegura que las próximas semanas serán determinantes para el conflicto en Ucrania y refuerza el papel de la Unión Europea como mediadora de las tensiones

Emmanuel Macron culminó ayer su ronda de reuniones, en un intento por encontrar una “solución histórica” a la vez que procura mejorar la posición rezagada de la UE en las tensiones ruso-ucranianas. Tras reunirse el lunes durante cinco horas con Putin en Moscú, ayer conversó en Kiev con el mandatario ucraniano, Volodomir Zelenski. Según informa la agencia Reuters, el líder galo ha asegurado tras la reunión que “nos espera una tarea compleja en las próximas semanas” y que la manera de iniciar una desescalada precisa “avanzar de manera metódica y firme hasta el final en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk”. Como dato curioso, conviene recalcar que esta era la primera vez que un presidente francés ha visitado Ucrania en los últimos 24 años.

El líder galo parecía satisfecho al despedirse de Putin, cuando anunció que se habían cumplido los objetivos de “prevenir una escalada” y que se había “abierto la puerta a nuevas perspectivas”, y más contento parecía ayer cuando dijo tras reunirse con Zelenski que “Francia y Alemania seguirán siendo mediadores para arreglar el conflicto”. Ambos dirigentes han convenido en la importancia de recuperar el Formato de Normandía (que reunió en 2014 y 2015 a los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania), además de la necesidad de cumplir los acuerdos de Minsk.

Los líderes del "cuarteto de Normandía", el presidente ruso, Vladímr Putin; el francés, François Hollande; el ucraniano, Petró Poroshenko, y la canciller alemana, Angela Merkel
Los líderes del "cuarteto de Normandía", el presidente ruso, Vladímr Putin; el francés, François Hollande; el ucraniano, Petró Poroshenko, y la canciller alemana, Angela Merkellarazon

Macron también ha querido enviar un mensaje de calma a la población: “Vemos contingentes militares rusos en Bielorrusia que están de maniobras, y eso explica la situación de presión y tensión” y ha anunciado su sorpresa porque no esperaba que Putin le ofreciera concesiones de ningún tipo. Macron, cuyo Gobierno asumió este año la presidencia rotativa de la Unión Europea, ha mostrado en los últimos días una intención sincera de establecer una línea de diálogo útil entre Kiev y Moscú. Y pese a que sus movimientos tienen un ojo puesto en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Francia este abril, cabe decir que su tono a la hora de dirigirse a Putin, sus reiterados esfuerzos por abrir una vía pacífica y sus declaraciones esperanzadoras muestran una intención firme por la desescalada. Macron asegura que Putin no tiene intenciones de provocar una guerra y parece creer lo que le dice el mandatario ruso.

Rusia y EE UU siguen sin acercar posturas

Pero no la tensión continúa en Europa. Ya hay demasiado en juego. Inmediatamente después de que el “Financial Times” informase de que Macron había obtenido un compromiso de Putin para no escalar la crisis, una contundente declaración del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, puso a la prensa internacional patas arriba: “En la situación actual, París y Moscú no pueden llegar a ningún acuerdo” y negó reiteradas veces que se hubiese llegado a ningún acuerdo, que aquí no se habían hecho concesiones del tipo que sean y solicitó al Financial Times rectificara. Que la retirada de las tropas de Bielorrusia cuando finalizasen los entrenamientos siempre fue el plan del presidente. Además, en sus propias declaraciones Putin repitió que “siguen ignorándose las cuestiones que conciernen a Rusia” en lo respectivo a los requisitos de seguridad que el Kremlin exige a la OTAN. El líder ruso también se apuesta mucho tras enviar a 100.000 efectivos (el 70% de los necesarios para conquistar Ucrania, según el Pentágono) a la frontera ucraniana, se juega su popularidad y la influencia de Rusia en la región, muchos impuestos, apuesta demasiado como para ceder si Estados Unidos no cede con las pretensiones de la OTAN sobre Ucrania o si Zelenski no acepta su interpretación de los acuerdos de Minsk.

Y sigue el movimiento de tropas dentro de Ucrania.
Y sigue el movimiento de tropas dentro de Ucrania.Evgeniy MaloletkaAgencia AP

Lo que nos lleva al segundo escollo para las intenciones de Macron. Mientras el líder galo procura llegar a un acuerdo en nombre de la Unión Europea (con Alemania de baja por una extraña parálisis que le parece haber provocado el Nord Stream 2), en Washington los despachos se calientan a cada minuto un grado más. Solo hace dos días que la prensa estadounidense informó de que una invasión rusa supondría la muerte de 50.000 civiles ucranianos y que no tardaría más de dos días en tomar Kiev, todo esto mientras Jake Sullivan anunciaba que Rusia podría atacar Ucrania “cualquier día”. Y de la misma manera que su homólogo ruso, Joe Biden no parece dispuesto a ceder su posición. Amenaza una vez a la semana con sanciones históricas a Rusia y acaba de enviar 3.000 efectivos estadounidenses a Polonia, para reforzar los contingentes que ya tiene sobre el terreno y expresar su apoyo a Ucrania.

A Macron debió constarle mantener ayer la sonrisa. Sabe que sus intentos por alcanzar la ansiada desescalada serán inútiles si Estados Unidos y Rusia no llegan a un acuerdo, y es de prever que pronto conversará con Joe Biden para apaciguarle a él también. La OTAN pesa demasiado, incluso para el presidente pro tempore de la Unión Europea. El oso y el águila llevan demasiados años enseñándose los colmillos. Y a todo esto hay que sumarle el lastre de los Acuerdos de Minsk: ni Kiev ni Moscú los interpretan de la misma manera y, por la misma razón, ninguno de los dos los cumple según la parte contraria. Macron tiene un arduo trabajo por delante. Pero, como aseguró hoy el mandatario francés tras reunirse con Zelensky: “la calma es esencial para todas las partes, tanto en palabras como en hechos”.