Drama

La cocaína adulterada conmociona a Argentina

Los 24 fallecidos y el centenar de hospitalizados evidencian la debilidad frente el narco en el segundo consumidor de esta droga en América

Una joven lleva un bebé a cuestas en el deprimido suburbio Puerta 8 de Buenos Aires
Una joven lleva un bebé a cuestas en el deprimido suburbio Puerta 8 de Buenos AiresRodrigo AbdAgencia AP

Los 24 fallecidos y el centenar de hospitalizados evidencian la debilidad frente el narco en el segundo consumidor de cocaína de América

Puerta 8, una villa de miseria al noroeste de Buenos Aires donde viven unas 170 familias en un radio de 20 manzanas, es la barriada donde se vendió la cocaína que mató a 24 personas, tres de ellas en la vía pública sin que pudieran ser asistidas. La cocaína cortada con carfentanilo, una sustancia psicoactiva 100 veces más potente que el fentanilo utilizada en veterinaria para elefantes y prohibida en humanos, provocó más de 80 ingresos hospitalarios en el oeste de Buenos Aires. Veinte intoxicados continúan ingresados.

El juzgado federal de la localidad Tres de Febrero en Buenos Aires ha detenido a trece personas, seis de ellos por tenencia de drogas, homicidio y tentativa de homicidio. Siete están acusados de tráfico de estupefacientes. Las familias expresaban la semana pasada su rabia frente al hospital San Bernardino de Siena en uno de los suburbios de la capital: “¡Que sirva, que sirva!”, exclamaba Beatriz Mercado tras visitar a su hijo de 31 años, uno de los supervivientes de la cocaína letal.

Consumo de cocaina en América
Consumo de cocaina en AméricaTania Nieto

El principal acusado es el paraguayo Joaquín Aquino de 33 años, conocido como El Paisa, arrestado la madrugada del pasado 3 de febrero tras un año y medio prófugo de la justicia por una condena de cuatro años por narcotráfico. La policía encontró en la vivienda de Aquino una pistola Glock y 5.000 dosis de estupefacientes, embaladas con el mismo envoltorio magenta que tenían las bolsas entregas por las familiares de algunas víctimas. Argentina es el segundo país donde más cocaína se consume de América, junto a Uruguay y solo superado por Estados Unidos. Argentina y Uruguay registran que un 1,6% de su población han consumido esta sustancia al menos una vez en el último año, refleja el informe sobre Consumo de Drogas en las Américas de 2019 de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana para el Control del Uso de Drogas (CICAD). El consumo de cocaína se ha duplicado desde 2010, alertan las autoridades argentinas. Los adolescentes que inhalan cocaína se ha triplicado.

El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, ha rechazado que la cocaína adulterada sea consecuencia de una “guerra de narcos”. Las autoridades sostienen que las 24 personas perdieron la vida por la mala pericia de los narcotraficantes al cortar la cocaína con carfentanilo. Berni sostiene que los camellos de Puerta 8 no pretendían matar a sus clientes: “Nadie computa contra su propio negocio”. Javier Oliva, investigador de Seguridad en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica a LA RAZÓN que “trataron de sacar un mayor beneficio mezclándolo con el carfentanilo, que es muy barato”.

Oliva sostiene que “el mercado de la droga evoluciona para mal” ante “la imposibilidad de frenar las rutas de la droga transportada en contenedores” por todo el mundo: “Veremos drogas más letales. No me sorprende el uso del carfentanilo. Los carteles siempre intentan mezclar sustancias para potenciar las drogas o abaratarlas”. Un hombre fue detenido este lunes en Rosario tras ser ingresadas seis personas por consumir cocaína adulterada, tres de ellas en estado grave. Al igual que en Buenos Aires, los ingresados respondieron favorablemente a la naloxona, un antídoto para la sobredosis de fentanilo.

“Hubiera sido una tragedia mayor” si las autoridades no logran confiscar en la periferia noroeste 400 dosis de cocaína adulterada en Puerta 8 y casi 20.000 dosis en el barrio donde fue arrestado Aquino. El gobierno de Buenos Aires estima que en su área metropolitana, donde viven 13 millones de habitantes, se venden a diario unas 250.000 dosis de cocaína. Oliva explica “la versión de la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA)” sobre el aumento de la letalidad del fentanilo: “Un informe reciente alerta que se ha comenzado a importar fentanilo procedente de la India que no tiene la misma calidad que el fentanilo llegado de China”. Las villas de miseria son claves como centros de venta: “En Puerta 8 se compra tanto para consumir como para distribuir. Es un mercado perfecto para las actividades en torno a la droga. En estas condiciones de pobreza, hay pandillas y delincuentes comunes que, lamentablemente, suelen ser consumidores de drogas”.

“Hasta allá llegaba la fila de los que venían a comprar droga”, cuenta Martín Benítez a AP desde Puerta 8 señalando a una patrulla de policía a 200 metros que custodia uno de los accesos a la barriada. Benítez es un vecino de esta villa de miseria que acaba de reabrir un comedor social que improvisa en la calle frente a su casa, al lado del “búnker” donde encontraron la coca adulterada: “Paré hace ocho meses porque los narcos se agarraban a tiros. El miedo era que una madre, un niño o un anciano saliera herido”. Los 24 consumidores que han perdido la vida han abierto el debate en Argentina sobre la necesidad de políticas de reducción de riesgos. El poder de los narcos y el incremento del consumo evidencian la poca efectividad de las políticas prohibicionistas.

El gobierno de Buenos Aires suscitó polémica por la petición de Berni “a quiénes habían comprado cocaína estos días que se deshagan de ella”. El ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires emitió un comunicado que se hizo viral en Twitter: “Si alguna persona ha consumido cocaína en las últimas 48 horas y necesita atención clínica debe acudir de forma inmediata al centro de salud o guardia de hospital más cercana”. El periodista argentino Fernando Soriano, especializado en el mercado del narcotráfico y autor del libro ‘Marihuana, la historia’, explica en el podcast El Hilo que la mayoría de la droga que se consume en Argentina “viene producida desde Bolivia, Perú y muy poco de Colombia”. Soriano explica que “Argentina es un lugar de tránsito de cocaína hacia Europa”: “Desde Colombia suele ir a Estados Unidos y Europa, mercados donde se paga más por la cocaína”.

El reconocimiento de las autoridades de un problema en el consumo de drogas y la petición de no estigmatizar a los consumidores sorprendió en el país sudamericano. La cocaína adulterada ha generado un debate sobre las políticas públicas necesarias para proteger a la población del peligro de las drogas. El gobierno de Argentina ha sido criticado estos días por destinar solo entre el 0,04% y el 0,06% del presupuesto nacional a políticas integrales sobre drogas. Argentina, como casi todos los países, tiene leyes estrictas de prohibición de estupefacientes. Catalina Gil

Monzón, oficial del Programa Global de Política de Drogas de la Open Society Foundations, considera clave “impulsar políticas de reducción de riesgos” para que el Estado proteja mejor a los ciudadanos de los peligros del consumo: “En Europa hay varios países que han implementado políticas de reducción de daños”, explica en El Hilo la responsable de esta organización que financia proyectos de democracia, justicia y derechos humanos. Cataluña es un ejemplo por su red de más de 60 centros de atención y seguimiento a drogodependientes. Los pacientes son dirigidos a centros de desintoxicación o a organizaciones donde reciben apoyo social.

El incremento del consumo de cocaína en Argentina y otros países de la región contrasta con los objetivos de las políticas de prohibición de estupefacientes. La cocaína adulterada con carfentanilo evidencia los riesgos de las políticas restrictivas: “Podríamos abordar estrategias de reducción de daños en los que se priorice la salud, la autonomía y los derechos humanos”. El informe mundial sobre las drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de 2021 señala que al menos 275 millones de personas habían consumido drogas en 2018 al menos una vez, un 3,5% de la población mundial. El estudio sostiene que el 13% sufrió trastornos o “consumo problemático”. Las muertes directamente relacionadas con las drogas ilegales fueron 128.000 en 2019, según este informe de la ONU. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que el consumo de alcohol mata a más de 3,5 millones de personas al año. La OMS señala que más de 8 millones de personas mueren cada año por el consumo de tabaco.

Argentina es el tercer país de América donde más nuevas sustancias psicoactivas han sido notificadas, solo por detrás de Brasil y Chile. Al igual que en otras regiones, un gran número de países en América Latina y el Caribe han detectado nuevas sustancias psicoactivas y en mayor cantidad. Desde la Open Society Foundations, Monzón aboga por promover debates sobre la regularización de las sustancias que se enfrentan a fuertes tabúes: “Lo primero es entender que la prohibición no funciona. La demanda por consumir es tan poderosa que la prohibición que se lleva implementando durante 50 años no ha logrado que se deje de consumir o que haya menos sustancias disponibles”.

Monzón sostiene que se debe profundizar en el debate sobre la regularización de la marihuana, la cocaína y otras sustancias prohibidas. Monzón argumenta que sería la estrategia más eficaz a largo plazo en materia de salud pública: “El 13% de muertes y consumo problemático que tenemos hoy en día sería mucho menos si regulamos los mercados. Habría más control sobre las sustancias. Sabríamos a quién se les vende, quién puede acceder a estos mercados y los consumidores tendrían más acceso a información veraz”. Monzón explica su postura sobre una propuesta que puede herir sensibilidades o ser malentendida: “Regular no significa que salgo de mi casa y voy a tener una gama de sustancias listas para que consuma. Si hay una sustancia que me puede causar grandes daños como la heroína, no debería estar en poder de grupos ilegales. Debería estar en poder del Estado”.