Energía

Midcat: qué es y por qué no se construye el gasoducto más importante en España

La crisis mundial provocada por Rusia ha reabierto el debato sobre la necesidad de este proyecto

La invasión rusa a Ucrania ha supuesto un autentico terremoto internacional. La entrada en territorio ucraniano por parte de las fuerzas militares de Vladimir Putin han confirmado los peores presagios desestabilizando la diplomacia mundial. Así, tras varios días desde el inicio del conflicto bélico, se han empezado a notar los distintos efectos que la guerra esta provocando en Europa y otros lugares del planeta.

La escasez de energía es un punto clave que puede llegar a suponer un grave problema para muchos países del antiguo continente. La falta de recursos naturales ha conllevado una histórica dependencia del gas ruso que lleva a la Unión Europea a importar el 40% de lo que consume. Esto ha provocado que algunos países como Alemania hayan empezado a buscar soluciones y, además, tomar medidas como paralizar el gasoducto Nord Stream 2 como una represalia directa a las acciones de Putin.

Cabe destacar que España no se ve afectada en gran medida en esta dependencia europea. Nuestro país, incluso, podría jugar un papel interesante si la crisis avanza por la falta de soluciones en el conflicto convirtiendo a España en un actor primordial del gas en Europa gracias al proyecto Midcat.

Qué es el proyecto Midcat

Esta infraestructura se trata de un conducto de dimensiones considerables que llevase el gas procedente de Argelia y que se almacena en España a otros países de la Unión Europea. Así, este proyecto ayudaría en gran medida a la dependencia energética que el continente tiene con Rusia y que en estas semanas se está convirtiendo en todo un problema que ya ha provocado decisiones relevantes.

El proyecto supuso todo un reto lleno de intenciones por parte de la UE. Este trataba de unir Cataluña con Francia gracias a un conducto de dimensiones mayores a los actuales que atravesaba los Pirineos gracias a la gran capacidad de nuestro país de almacenar gas.

España cuenta en la actualidad con seis plantas dedicadas a convertir el gas desde su estado líquido para que pueda ser utilizado como fuente energética. Junto a otra planta en Portugal el número asciende a siete en la península que superan en gran medida a las tres en Francia, por ejemplo.

Llegados a este punto, la escasez de gas puede ser una realidad si el conflicto se mantiene algo que ha provocado que muchos reclamen retomar el proyecto que lleva detenido años. Distintos problemas reguladores y económicos han impedido el avance del proyecto que en los últimos días ha recibido mensajes como el del presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre.

Sánchez Llibre ha pedido a las autoridades españolas y europeas que retomen este proyecto de forma “urgente” para que España pueda convertirse en en “un gran ‘hub’ gasístico en el sur de Europa”, garantizando así la “soberanía energética” del continente.

Por qué no se construye el Midcat

Aunque el proyecto ha recibido desde su inicio alrededor de 500 millones de euros desde el 2018 se encuentra detenido a raíz de una serie de problemas. El primero se debe a la falta de rentabilidad debido a que su construcción podría demorarse alrededor de unos 10 años, algo que provocaría ingresos lejanos para los promotores.

Además, tanto España como Francia han decidido no continuar las regulaciones correspondientes. Por distintos motivos no ha existido la posibilidad de encontrar puntos comunes que cerrasen el acuerdo, hecho que ha dificultado su avance en gran medida.

Por último, el Midcat encuentra el gran problema de ser una energía que no cuenta con el respaldo de fondos europeos. En la línea marcada contra el cambio climático por la UE estas infraestructuras quedan desplazadas por otras como las renovables y hacen que estos proyectos se estanquen o mueran.