En represalia

Rusia prepara restricciones de visados a los “países inamistosos”

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusa a los líderes occidentales de incitar una “rusofobia cavernícola”

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, preside la segunda reunión de la Comisión del Consejo General del Partido Rusia Unida
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, preside la segunda reunión de la Comisión del Consejo General del Partido Rusia UnidaYURI KOCHETKOVAgencia EFE

Rusia está elaborando un documento para imponer restricciones de visados a los ciudadanos de “países inamistosos”, en represalia por medidas similares adoptadas en su contra, declaró este lunes el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov.

El documento en cuestión será un decreto presidencial, indicó el jefe de la diplomacia rusa en una reunión con diputados del partido oficialista, Rusia Unida.

Asimismo, el titular de Exteriores ruso acusó este lunes a los líderes occidentales de incitar una “rusofobia cavernícola”, aunque admitió que hay excepciones, como los dirigentes de Serbia y Hungría.

“Lo sobrecogedor en esta etapa es la explosión de una rusofobia cavernícola que los líderes de los países occidentales incitan activamente”, indicó a la prensa serbia Sergei Lavrov, según lo cita la agencia de noticias Tanjug.

El jefe de la diplomacia rusa hizo esa declaración al referirse a las presiones que el Gobierno de Serbia dice estar sufriendo para que se adhiera a las sanciones impuestas por el resto de Europa a Moscú debido a la invasión de las tropas rusas en Ucrania.

Tras acusar a Estados Unidos y la Unión Europea de una política antirrusa agresiva, en lo que dice ver el intento de Washington de imponer su hegemonía en los Balcanes y en otras partes del mundo, Lavrov consideró que son pocos los países que hoy “pueden considerarse soberanos e independientes”.

Serbia, candidato a ingresar en la UE, y Bielorrusia son las únicas naciones europeas que no han adoptado sanciones contra Rusia.

A pesar de que Hungría sí participa de las sanciones impuestas por los Veintisiete, Lavrov aseveró que el Gobierno húngaro, liderado por el ultranacionalista Viktor Orban, tenía una postura similar a la de Belgrado, con lo que dio a entender que lo consideraba amistoso hacia el Kremlin.

Preguntado por la posibilidad de que Serbia sea escenario de negociaciones de paz entre Kiev y Moscú, el ministro ruso manifestó que era posible, si bien para ello tenía que dar también su visto bueno el Gobierno ucraniano.

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, aseguró ayer que Serbia no “es sirvienta de nadie” y que no modificará su “posición neutral” respecto a la guerra de Ucrania.

“Soy feliz porque, como en la historieta de Ásterix y Obelix, en el territorio de Europa todavía existe una pequeña aldea de galos que defiende su libertad. Y estoy orgulloso de que esa pequeña tribu son los ciudadanos de Serbia, país que mantiene una política independiente”, explicó Vucic a medios locales.