Crímenes de guerra
Putin y su círculo son “parias internacionales, no creo que vuelvan a viajar nunca más”
Para la responsable del Gobierno de EE UU de documentar los posibles crímenes de guerra cometidos por Rusia “existe un patrón profundamente perturbador de abusos sistemáticos en todas las zonas en las que participan las fuerzas rusas”
El Gobierno de Estados Unidos trabaja contrarreloj para que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sea llevado ante la Justicia internacional por las “atrocidades” cometidas en Ucrania. Una ardua tarea en pleno conflicto bélico, mientras las tropas rusas avanzan y cometen actos ilegales en nuevas zonas del país.
Beth Van Schaack, embajadora en Misión Especial para la Justicia Penal Global de Estados Unidos, ha explicado que desde que Putin “lanzó su premeditada y no provocada e injustificada y brutal invasión de Ucrania, hemos asistido a la destrucción de ciudades ucranianas así como insfraestructura crítica por parte de las tropas rusas”.
En su opinión, esto ha generado “una de las mayores y más rápidas crisis humanitarias de las últimas décadas”. Y eso que Rusia, “por supuesto, ha fracasado en su objetivo de capturar Kiev y tampoco ha logrado someter a Ucrania”.
La embajadora estadounidense, una prestigiosa abogada penalista internacional, fue clara al recordar que los soldados rusos “están cometiendo crímenes de guerra en Ucrania”. Esta valoración, añadió Van Schaack en un encuentro con periodistas internacionales, “se basa en una evaluación crítica y una revisión de toda la información disponible, incluida la procedente de fuentes públicas, fuentes abiertas, pero también nuestras propias fuentes de inteligencia”.
Al principio de la invasión rusa, que comenzó el 24-F, la violencia a menudo venía desde lejos con ataques deliberados e indiscriminados contra civiles e infraestructura civil. Después, una vez se tuvo acceso a las zonas tras la retirada rusa, “vimos una violencia realmente preocupante de un orden diferente: violencia interpersonal, individuos asesinados, ejecuciones con las manos atadas, cuerpos con signos de tortura, relatos de violencia sexual contra mujeres y niños...”, enumeró Van Schaack.
Lo cierto es que “las imágenes y los informes sugieren que estas atrocidades no son los actos de una mera unidad de canallas, sino que vemos un patrón profundamente perturbador de abusos sistemáticos en todas las zonas en las que participan las fuerzas rusas”.
Cada día continúan sus brutales ataques y aumenta “el número de civiles muertos y heridos, incluidos mujeres y niños”. La responsable del Gobierno de EE UU de documentar los posibles crímenes de guerra cometidos por Rusia recordó asimismo que “Putin tiene la capacidad de frenar a sus fuerzas para adherise al derecho internacional y los propios tratados de Rusia”.
Pero antes de llevar a Putin ante la Corte Penal Internacional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para que así haya justicia para las víctimas de estas atrocidades y abusos, el proceso es muy largo. Estados Unidos está ayudando con todo tipo de recursos y experiencia para que pueda haber jurisdicción universal sobre los individuos a los que se acuse de cometer crímenes internacionales. En este momento, la clave es “recabar, documentar y analizar las violaciones de la legislación humanitaria internacional y las leyes de la guerra”.
Van Schaack aseveró que, para la futura rendición de cuentas es muy importante conseguir las evidencias ya, “porque estas pruebas pueden desaparecer, volverse inaccesibles si Rusia toma el control de diferentes regiones. Los testigos pueden desaparecer y las pruebas forenses también o ser manipuladas”. También las digitales, a pesar de la dureza, no deben borrarse de las plataformas, pues podría “constituir una prueba que podría ser utilizada en un tribunal de justicia en el futuro”. Por tanto, la etapa actual es la de “recopilación y preservación, pasando también a la etapa de análisis para que cuando los casos tengan lugar (ya sea en una corte doméstica o internacional) tengamos las pruebas”.
Ante el gran reto
La embajadora de Joe Biden para la Justicia Penal Global reconoció, no obstante, que el verdadero reto será la cuestión de la custodia. Y es que la mayoría de los tribunales internacionales no pueden proceder sin la custodia de los acusados, es decir, no hacen juicios in absentia.
“Algunos sistemas domésticos pueden avanzar en ausencia, creo que el sistema español, por ejemplo, es capaz de hacerlo, pero aquí en Estados Unidos, no podemos. Necesitamos tener la custodia física del acusado”. En cuanto a Putin y su círculo íntimo, Van Schaack indicó que ahora mismo “son parias internacionales” y no cree que vuelvan a “viajar a ningún lugar del mundo nunca más”. “Vivirán sus últimos días en Rusia, porque sabrán que están sujetos a órdenes de arresto, Interpol, fichas rojas... en todo el globo”.
En este sentido, la embajadora aseguró que será un enorme desafío llegar hasta las altas esferas. “Hará falta un cambio político dentro de Rusia, y un cambio de liderazgo bajo su marco constitucional y un reconocimiento de que Putin ha llevado a su país al borde de la bancarrota, lo ha aislado internacional y multilateralmente en todo el mundo y ha causado un daño terrible a un vecino, un vecino cercano, así que el pueblo ruso debe decidirlo”.
Cuando esto ocurra, entonces “Putin será vulnerable a la extradición ya sea a un tribunal internacional o a los tribunales ucranianos o cualquier otro tribunal que esté dispuesto a ejercer la jurisdicción”.
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