Putin avanza en el control total de Severodonetsk

Las tropas rusas están cada vez más cerca de capturar la ciudad de Severodonetsk, que ha sido uno de sus principales objetivos mientras Rusia busca conquistar toda la región de Lugansk en Donbás. El martes por la mañana, sus tropas tenían bajo el control al menos la mitad de la ciudad, según las autoridades locales ucranianas. El combate callejero aún continúa.

Hasta 15.000 residentes pueden quedar atrapados. Todos los intentos de evacuación han tenido que ser detenidos, ya que la ciudad y las rutas de evacuación están siendo golpeadas por la artillería y los misiles rusos. Una bomba rusa impactó el martes en un tanque con ácido nítrico en una planta química de la ciudad. Sin embargo, la guarnición de la ciudad no está aislada, ya que las tropas rusas no han logrado cortar la carretera principal a la ciudad desde Bajmut.

Según el corresponsal militar Illia Ponomarenko, la mayoría de las tropas ucranianas se está retirando a la cercana ciudad de Lysychansk, al otro lado del río Siverskyi Donets. Muchas de las tropas lucharon anteriormente durante un mes por el control de la tercera ciudad, Rubizhne, muy cerca de Severodonetsk y Lysychansk. Rubizhne ya no existe, aniquilada por la artillería rusa.

Es probable que Lysychansk, situado en las alturas, se convierta en el próximo bastión del ejército ucraniano con el río como barrera natural entre los ejércitos. Las ciudades también están separadas por una gran zona industrial. Los analistas ven los ataques incesantes en la región por parte del ejército ruso como una señal de que persigue un objetivo político sin importarle el número de bajas.

El Ejército ruso ha continuado sus ataques también más al oeste, cerca de Izium, a una escala mucho menor sin lograr ningún avance. Sin embargo, su artillería continuó bombardeando las áreas residenciales de Sloviansk y Kramatorsk. El ataque de anoche dejó al menos tres civiles muertos y seis heridos.

En el sur, una contraofensiva del Ejército ucraniano en las regiones de Jersón y Mykolaiv logró empujar a las tropas rusas desde varios pueblos, como Mykolaivka. Sin embargo, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, no es probable que termine en la liberación de grandes territorios, sino que sirva para distraer a los rusos y tal vez hacer que envíen algunos refuerzos al sur, los cuales podrían haber usado en Donbás.

Rusia continúa acumulando tropas en las regiones vecinas a Ucrania, como Kursk, cerca de Sumy. El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Mark Milley, advierte que es posible una nueva escalada. Según él, es probable que las próximas semanas determinen el curso de la guerra.

Los rusos todavía tienen una abrumadora superioridad en artillería. Los soldados y analistas ucranianos continúan subrayando que necesitan más suministros de armas del oeste, especialmente lanzacohetes múltiples de mayor alcance. Por ahora, llegan informes contradictorios de los EE. UU., donde algunos funcionarios parecen ser reacios a suministrar tales armas por un supuesto temor a una escalada y ataques por el Ejército ucraniano a los objetivos en el territorio ruso.

Los retrasos son frustrantes para muchos en Ucrania que ven la destrucción y la muerte de sus soldados y civiles todos los días, incapaces de repeler los ataques rusos debido a la falta de equipo. Las sugerencias, hechas por algunos expertos en Occidente, como el ex secretario de Estado de EE UU Henry Kissinger, sobre la cesión de parte de los territorios a cambio de la paz golpean a muchos uncranianos por la falta de comprensión de la situación sobre el terreno. Un asesor del jefe de la administración presidencial ucraniano, Myjailo Podoliak, afirma que Rusia solo entiende el lenguaje de la fuerza. Cualquier tregua sería temporal ya que Rusia intentará atacar Ucrania nuevamente a menos que sea derrotada de manera decisiva. Además, los territorios en disputa albergan a millones de personas. Rusia ha detenido ilegalmente, golpeado y asesinado a miles de civiles y deportado a más de 1,3 millones de ucranianos a Rusia.

Si bien Ucrania necesita grandes envíos de armas de EE UU y sus aliados para cambiar el rumbo de la guerra, surgen numerosas iniciativas de financiación colectiva tanto en Ucrania como en muchos países europeos para recaudar dinero para el ejército ucraniano. Más de 120.000 checos donaron 50 millones de euros para comprar obuses para Ucrania. Un presentador de televisión lituano ayudó a recaudar 5 millones de euros en tres días para adquirir un dron turco Bayraktar. En Ucrania, los ganadores de la edición más reciente de Eurovisión, “Kalush Orchestra”, subastaron su premio por 900.000 euros a beneficio del ejército ucraniano, mientras que otra iniciativa intenta recaudar dinero para comprar un avión de combate.

La retórica de los funcionarios y la televisión estatal rusos se ha mantenido consistentemente beligerante. El secretario del consejo de seguridad, Nikolai Patrushev, afirmó el martes que “Polonia estaba comenzando a conquistar las partes occidentales de Ucrania”. Sus afirmaciones se hacen eco de declaraciones similares anteriores del dictador bielorruso Alexander Lukashenko. Los invitados de los programas de televisión rusos continúan acusando a Occidente de la rusofobia. Uno de ellos afirmó que alrededor de 2 millones de ucranianos son “nazis” y “deberían ser eliminados”. Sus palabras no encontraron objeciones por parte del presentador del programa ni de otros invitados.

A principios de esta semana, el teniente de alcalde de Mariupol, Perto Andriushchenko, mostró imágenes nuevas de la ciudad ocupada. Muestran montones de cuerpos de sus vecinos después de haber sido desenterrados de las fosas improvisadas en toda la ciudad. Es posible que más de 20.000 residentes hayan muerto en la ciudad durante el asedio que vio bombardeos masivos de áreas residenciales y destrucción deliberada de infraestructura por parte del Ejercito ruso.