La UE pacta un rearme conjunto ante la amenaza rusa

La cruenta guerra en Ucrania, a las puertas de la UE, ha supuesto un «electroshock» sin precedentes para las capitales europeas que ven la necesidad de rearmarse de manera urgente tras años en los que la política de defensa no fue una prioridad. Los líderes de los Veintisiete analizaron ayer el documento preparado por la Comisión Europea en el que se alerta de que, desde 2009 a 2018, la UE ha acumulado unas carencias en materia de defensa por valor de 160.000 millones de euros. Aunque esta tendencia se ha revertido con una inversión prevista en los próximos años de 200.000 millones de euros, las cifras quedan muy lejos de lo que gastan otras potencias como EE UU o China. A esto se une que la entrega de armamento a Ucrania que, si bien ha supuesto un revulsivo para el club, también ha dejado las reservas europeas bajo mínimos y el primer paso es ahora reponer los arsenales.

Bruselas ha presentado una iniciativa con el objetivo de que los Estados miembros adquieran armas de manera conjunta para evitar duplicidades o la subida de los precios. La meta no solo es gastar más, sino hacerlo mejor. De momento, Bruselas ha puesto en marcha un instrumento de 500 millones de euros de aquí a 2024 para estas compras conjuntas voluntarias, con el incentivo de que estarán exentas de IVA. «No solo debemos invertir más, sino ciertamente gastar e invertir más juntos. Con opciones como compras conjuntas, reforzar la base industrial y tecnológica europea en este ámbito. Especialmente teniendo en cuenta el papel de las pymes», aseguró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Aunque los planes deben concretarse, los Veintisiete se mostraron ayer dispuestos a recuperar el terreno perdido. En el texto de conclusiones, se comprometen a «coordinarse en el muy corto plazo» para reponer los arsenales a la vez que reforzar las capacidades de defensa europea gracias a estas licitaciones conjuntas. A largo plazo, la UE también se compromete a reforzar su capacidad industrial y tecnológica. Además, los líderes europeos también están dispuestos a examinar el papel del Banco Europeo de Inversiones y esperan la presentación de un Programa Europeo de Inversiones Conjuntas en Defensa en los que los proyectos también estarán exentos del pago del IVA.

Según reconocen las cancillerías europeas, «la agresión rusa contra Ucrania ha causado el mayor cambio en el ambiente estratégico europeo y ha mostrado la necesidad de una UE más fuerte y capaz en el ámbito de la seguridad y la defensa» en estrecha coordinación con la OTAN. Este proceso de rearme europeo coincide con el período de reflexión en el que se encuentra inmersa también la Alianza, que en la Cumbre de Madrid aprobará una nueva estrategia para los próximos diez años.La entrada de Finlandia y Suecia en la Alianza supondrá que tan solo cuatro países del club comunitario dejarán de estar bajo el paraguas de la OTAN: Austria, Irlanda, Chipre y Malta.

«Lo que hemos aprendido de la guerra de Ucrania es que no basta con el comercio, no basta con el Estado de Derecho, basta con ser una buena potencia civil, tenemos que ser también una potencia militar», aseguró el alto representante de Política Exterior, Josep Borrell, quien define esta nueva doctrina como «hablar el lenguaje del poder».