Terrorismo
Casi cuarenta muertos en dos atentados en Pakistán
Insurgentes atentan contra intereses económicos chinos
Al menos 38 personas han muerto y más de 40 han resultado heridas por un atentado con bomba en la entrada de un seminario religioso en la localidad de Kalaya.
Viernes negro en Pakistán. Al menos 38 personas han muerto en sendos atentados terroristas. El más sangriento tuvo lugar en la convulsa región norteña de Khyber Pukhtunkhwa, en la frontera con Afganistán, contra un mercado al aire libre. Sin embargo, aunque el numero de víctimas fue menor, el asalto al consulado chino en la Karachi, el corazón económico del país, cobró mayor simbolismo al tratarse de un ataque contra el principal socio comercial de Pakistán.
Los asaltantes, en torno a las 9:00 horas local comenzaron a disparar armas de fuego y a lanzar granadas contra el edificio diplomático tratando de entrar en él. Tras el asalto se inició un feroz enfrentamiento entre el personal de seguridad y los atacantes que se prolongó más de media hora, hasta que finalmente los terroristas fueron abatidos. El ataque se saldó con un total de siete muertos: los tres atacantes, dos agentes de seguridad y dos civiles -un padre y su hijo que habían acudido a solicitar un visado-.
El atentado fue reivindicado por un grupo insurgente de la provincia suroccidental de Baluchistán, el Ejército de Liberación de Baluchistán. "El objetivo del ataque es claro: no toleraremos la expansión militar china en suelo baluchi", afirmó el grupo separatista en un comunicado.
El ataque refleja el intento de los separatistas por golpear el corazón de la estrecha relación económica entre Islamabad y Beijing. China es el principal aliado comercial de Pakistán, que ha realizado una potente inversión en proyectos de carreteras y transporte en todo el país, entre los que se encuentra el multimillonario proyecto del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), por el que Pekín ha desembolsado 60.000 millones de dólares.
El ministro de Exteriores del país, Shah Mehmood Qureshi, afirmó que los atacantes querían secuestrar a personal chino. "Había unos 21 chinos en el consulado y todo ellos están seguros y han sido trasladados a un lugar seguro", afirmó el ministro ante la Asamblea Nacional.
A este respecto, el primer ministro Imran Khan, afirmó en su cuenta de Twitter que el "fallido"ataque es una reacción a los acuerdos "sin precedentes"que logró en un reciente viaje a China. "El ataque tenía la intención de asustar a los inversores chinos y debilitar el CPEC", aseguró el mandatario, quien ordenó una investigación de lo sucedido.
Tras el atentado, China pidió a Pakistán que refuerce la seguridad en la misión. En Beijing, el vocero del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, dijo que el país no se echará atrás en su último gran proyecto allí, (el CPEC), y se mostró confiando en que Islamabad pueda garantizar la protección de su personal diplomático.
Éste no ha sido el primer ataque contra intereses chinos en territorio paquistaní.
En febrero un ejecutivo chino de una compañía de transporte marítimo fue asesinado a tiros en las calles de Karachi y en junio de 2017, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) asesinó a dos ciudadanos chinos en Baluchistán.
El segundo ataque suicida tuvo lugar media hora después, cuando un hombre hacía detonar los explosivos que portaba en una motocicleta en mitad de un concurrido bazar de la agencia de Orakzai, en el "cinturón tribal"del noroeste del país. La explosión provocó la muerte de 31 personas e hirió a otras 39, dijo el portavoz de la administración de la zona, Mohamed Danish.
La mayoría de las víctimas del atentado contra el mercado de la localidad de Klaya eran musulmanes chiíes. Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría del ataque. En los últimos años, Orakzai ha sido el escenario de varios ataques insurgentes, en su mayoría de suníes paquistaníes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar