Defensa

Alemania está a punto de hacer estallar el mayor programa militar de la historia de Europa por su pulso con Francia: el caza de nueva generación está en peligro

Los desacuerdos industriales entre Alemania y Francia amenazan con hacer saltar por los aires el programa del caza europeo del futuro, una crisis de consecuencias directas para la defensa de España, que observa con inquietud la encrucijada

España se incorporará "en igualdad de condiciones"con Francia y Alemania al proyecto del futuro caza europeo
España se incorporará "en igualdad de condiciones"con Francia y Alemania al proyecto del futuro caza europeolarazon

El Gobierno de Berlín ha puesto sobre la mesa una posibilidad que hace temblar los cimientos de la defensa europea: abandonar el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS). La amenaza, cada vez más seria, podría materializarse antes de que acabe el año y dar al traste con el mayor programa militar del continente, una ambiciosa iniciativa que Alemania desarrolla codo con codo junto a Francia y España para asegurar su soberanía aérea en las próximas décadas. La necesidad de contar con esta tecnología propia se hace más evidente al observar los avances de otras potencias, ya que incluso el avión de combate Su-57 de Rusia es ahora más letal tras ser equipado con nuevo armamento.

En el fondo de esta crisis no hay una disputa estratégica, sino una pugna puramente industrial que ha envenenado la colaboración. El reparto del liderazgo en la fabricación del nuevo caza, la pieza central del sistema, enfrenta directamente a la francesa Dassault con la alemana Airbus. La primera exige un control mayoritario y un liderazgo indiscutible del proyecto, mientras que la segunda se niega en rotundo a asumir un papel de mero comparsa en un desarrollo de tal envergadura económica y tecnológica.

De hecho, la tensión ha escalado hasta tal punto que el Ejecutivo germano ya explora activamente otras vías fuera del eje franco-alemán. Según informa el medio Infodefensa, Berlín tiene dos alternativas principales sobre la mesa. La primera pasaría por sumarse al programa competidor, el GCAP, que lidera el Reino Unido junto a Italia y Japón. La segunda, por forjar una nueva alianza con la potente industria aeronáutica sueca, encabezada por Saab. De hecho, la alternativa británica se ve reforzada por la demostración de su músculo industrial, ya que el Reino Unido ha comenzado a construir el submarino nuclear más avanzado de su historia, mostrando su capacidad para llevar a cabo proyectos de defensa complejos de forma independiente.

Un choque industrial que redefine las alianzas

Por su parte, este pulso entre París y Berlín deja a España en una posición especialmente comprometida. Como tercer socio del programa, nuestro país observa con máxima preocupación cómo las desavenencias entre los dos gigantes amenazan con desmantelar un proyecto vital para la modernización del Ejército del Aire y del Espacio. El objetivo del FCAS es desarrollar un complejo sistema de combate aéreo de sexta generación, cuya entrada en servicio está prevista para el año 2040. Este innovador concepto de defensa se basa en la interconexión de diferentes plataformas, donde un elemento clave será el caza europeo 'invisible' que no necesitará piloto humano para operar junto a drones y otros activos.

En este sentido, la resolución del conflicto trasciende el desarrollo de un avión. La decisión que finalmente adopte Alemania en los próximos meses determinará el futuro de la defensa europea, marcando una reconfiguración de las alianzas industriales y estratégicas que definirá el equilibrio de poder en el continente durante las próximas décadas. La colaboración o la competencia marcarán el camino.