Sucesos

La historia de “Toxic Lady”, la mujer con la sangre tan tóxica que obligó a clausurar el hospital en el que estaba ingresada

Más de la mitad de los sanitarios que la trataron contrajeron un extraño virus venenoso que salía del cuerpo de Gloria Ramírez

imagen de archivo del pasillo de un hospital
imagen de archivo del pasillo de un hospitalDreamstime

Conocida como “Toxic Lady”, Gloria Ramírez ingresó de urgencia en el Hospital General de Riverside, en California (Estados Unidos) después de padecer pulsaciones muy elevadas y tensión arterial extremadamente baja, además de una insuficiencia respiratoria grave. Los sanitarios la estabilizaron con el procedimiento habitual, administrándole tres ansiolíticos y un antiarrítmico para calmar los latidos de su corazón. Al ver que no funcionaba, los médicos procedieron al recurso de la desfibrilación, pero tampoco se solucionó el problema y finalmente murió.

Pasaron solo 35 minutos desde la hora que ingresó al instante en el que se reportó su muerte aquel 19 de febrero de 1994. Su fallecimiento se debió a un cáncer de cuello uterino por el que llevaba un tiempo tratándose. Una terrible enfermedad que produjo su defunción, pero también uno de los mayores misterios sanitarios que, a día de hoy, están sin resolver.

La familia cree que pudo haberse tratado de algún error médico que llevó al personal del hospital a inventarse la dramática historia, pero lo cierto es que todos los trabajadores que la atendieron enfermaron después de estar en contacto con ella. Apnea, hepatitis, pancreatitis... diversas infecciones que han dado lugar a numerosas teorías.

Explicaban los propios sanitarios a medios de Estados Unidos que, cuando le abrieron la camisa para usar el desfibrilador, se quedaron sorprendidos porque su cuerpo brillaba, como si estuviese cubierto de aceite, y despedía un raro olor semejante al de las frutas. Mientras intentaban reanimarla, la enfermera le sacó sangre, pero cuando comenzó a salir, esta emitía otro aroma extraño, como al del amoniaco. Además, al mirarla de cerca, vieron que había en ella una especie de cristales.

En ese momento, la enfermera comenzó a sentirse mareada y terminó desmayándose, y el resto de sanitarios de la sala no tardaron en sentir síntomas como ardor de cara o dificultad para respirar. Según un artículo publicado por Discover Magazine, de los 37 miembros del personal de emergencias, 23 acabaron “envenenados”.

Se tuvo que evacuar la sala de urgencia, los sanitarios afectados se desnudaron y metieron sus ropas en bolsas antes de ser atendidos. Unas horas después, la mayoría se encontraban bien, y solo la residente de medicina tendría todavía por delante el ingreso en UCI y posteriormente, varios meses andando con muletas.

Los síntomas de la extraña enfermedad parecían estar relaciones con los que generan algunos contaminantes químicos, pero tras la autopsia, no se detecto nada fuera de la normal en el cuerpo de Gloria Ramírez. Algunos también pensaron que podría tratarse de histeria colectiva y todo tuviera origen psicológico.

No obstante, una de las hipótesis más aceptadas a día de hoy fue la propuesta en 1997 por los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, que defendían que la fallecida podría haber estado tomando dimetilsulfóxido, un remedio casero empleado para tratar el dolor, en su caso provocado por el cáncer. Si esta sustancia reacciona con el oxígeno, podría dar lugar a dimetilsulfona, que no es tóxica por sí misma, pero que si se expone a una corriente eléctrica, como la vertida por el desfibrilador, si que puede generar un gas muy venenoso llamado dimetilsulfano.