Estados Unidos

Demócratas y republicanos de EE.UU. miden sus fuerzas de cara a las Midterms

Las elecciones legislativas son la mejor forma de comprobar la situación del electorado de cara a las presidenciales de 2024

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, habla durante una rueda de prensa celebrada por legisladores demócratas
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, habla durante una rueda de prensa celebrada por legisladores demócratasMICHAEL REYNOLDSAgencia EFE

El pulso entre demócratas y republicanos por tener el control del poder legislativo del país ya ha comenzado. Las dos grandes formaciones políticas de Estados Unidos se juegan la decisiva mayoría de ambas Cámaras del Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes, el próximo 8 de noviembre.

Las denominadas Midterms, elecciones legislativas “de mitad de mandato” son, además, el mejor termómetro para medir la temperatura del electorado de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

A Biden, un presidente poco popular, le conviene reforzar su mandato y ganar terreno en algunos Estados tradicionalmente demócratas que en los últimos tiempos han cambiado de color. Y la sombra del ex presidente Donald Trump, ofuscado por su derrota de 2020, sigue pisándole los talones, liderando todavía un Partido Republicano silenciado, con muy pocos que hasta ahora se han atrevido a contradecir en algo al magnate.

Pensilvania, Carolina del Norte, Kentucky, Idaho y Oregón ponían a prueba el martes por la noche a demócratas y republicanos, siendo los primeros ejemplos de las elecciones internas en las que ambos partidos eligen a sus candidatos para representarles en la lucha política por alcanzar una silla en el Capitolio en las próximas elecciones de mitad de mandato.

Pensilvania fue uno de los estados bisagra que determinó quién se llevaba el conteo final de los votos electorales en las elecciones generales de 2020, es decir, uno de los que le dio la victoria al demócrata Joe Biden. El reñido conteo le sirvió de argumento al republicano, Donald Trump, para aferrarse al poder hasta el último minuto alegando fraude electoral.

Desde entonces, algunos candidatos republicanos han seguido el ejemplo del que fue su presidente en la anterior Administración utilizando a menudo discurso incendiarios en esa dirección. Algunos estados del país, incluso, han dificultado los procesos de votación, a sabiendas que el absentismo o la falta de acceso a la votación hará que les favorezca el resultado.

Con el 59% de los votos, John Fetterman ganó ampliamente las primarias demócratas estatales al Senado. El actual vicegobernador de Pensilvania y ex alcalde de Braddock, ciudad obrera donde el 70% de los residentes son de raza negra, venció a Conor Lamb, un demócrata moderado de perfil más tradicional. Candidato demócrata atípico donde los haya (mide más de dos metros, tiene barba, tatuajes y no le gusta llevar traje), Fetterman ha apoyado abiertamente al más liberal de los demócratas, Bernie Sanders, y ha tomado posiciones progresistas arriesgadas en temas divisorios como Medicare, la marihuana, las armas, el fracking, la reforma de la justicia penal y los derechos LGBTQ.

“Elegir a John Fetterman para el Senado de Estados Unidos sería un gran paso adelante para los trabajadores de Pensilvania”, dijo el presidente Joe Biden tras su victoria en las primarias. Fetterman será, así, quien se enfrente a los republicanos Mehmet Oz o David Mc Cormick en las elecciones legislativas de noviembre. El primero es un famoso cardiólogo respaldado por Trump, mientras que el segundo es un reconocido empresario.

Las primeras republicanas a gobernador de Pensilvania las ganó el senador estatal de extrema derecha Doug Mastriano, coronel retirado del Ejército y legislador de la Cámara Alta durante dos mandatos, además de una de las figuras centrales del respaldo de Trump, a quien ve como una de sus mejores oportunidades para revocar los resultados electorales de 2020 en el decisivo estado de Pensilvania.

Durante su candidatura a gobernador, Mastriano prohibió a la prensa asistir a sus eventos de campaña y, durante su corto mandato, financió autobuses para transportar a partidarios hasta la manifestación contra el resultado de las elecciones generales organizada por Trump el 6 de enero de 2021, que precedió al histórico asalto al Capitolio. Bajo ese contexto, las presidenciales de 2024 auguran convertir el estado del noreste de Estados Unidos en un referéndum nacional sobre la democracia.

En Carolina del Norte, el republicano Madison Cawthorn perdió las primeras de su partido por su escaño en la Cámara, después de haber sido también respaldado por Trump pero rechazado por sus propias filas tras una serie de escándalos que han visto la luz los últimos meses. El ganador de las primarias al Senado, el congresista Ted Budd, se enfrentará a la  candidata demócrata. Cheri Beasley ganará las primarias demócratas al Senado por Carolina del Norte, según las últimas proyecciones de CNN.

En Idaho, el actual gobernador republicano Brad Little pudo defenderse ante el desafío en las primaras de su número dos, Janice McGeachin, vicegobernadora que además ha recibido el respaldo de Trump en el proceso electoral.

En el estado de Oregón, por otro lado, un demócrata moderado quedó rezagado en las primarias al Congreso. El representante titular Kurt Schrader, que contó con el apoyo del presidente Joe Biden, quedó por detrás de Jamie McLeod-Skinner, de corte más progresista, a medida que se hacía el recuento de votos del condado más grande del quinto distrito.

Texas también dará que hablar la semana que viene, cuando se tengan los resultados de la segunda vuelta entre los candidatos demócratas al Congreso por el 28 distrito texano, la joven progresista abogada especialista en inmigración, Jessica Cisneros, y el actual congresista Henry Cuellar, en el cargo desde 2005.

Por otro lado, algunos candidatos republicanos siguen buscando el apoyo de Trump en su carrera electoral al Congreso, pero los sondeos demuestran que no necesariamente consiguen tener garantizado el éxito. Una de las recientes encuestas publicadas por NBC News puso de manifiesto que el 55% de los votantes de las primarias que se describen a sí mismos como republicanos sienten que Trump debería continuar liderando el Partido Republicano, frente al 33% que cree que, aunque fue un buen presidente, es hora de tener un nuevo liderazgo en el partido y al restante 10% que apuesta por seguir adelante sin él.