Elecciones presidenciales
La derecha chilena se coloca cada vez más cerca de la presidencia
Uno de los principales ejes de la campaña de Kast fue la seguridad pública. Según la Fiscalía Nacional de Chile, durante el primer semestre de este año aumentaron los delitos en el país en un 19,6% con respecto al primer semestre de 2024
La comunista y candidata del oficialismo, Jeannette Jara (26,7%), ha ganado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile. Sin embargo, su victoria resulta solitaria e insuficiente. La diferencia sobre el candidato de derechas, José Antonio Kast (24%), resulta pírrica. Peor aún, Jara suma, prácticamente, el voto de toda la izquierda chilena. Por el contrario, la derecha de Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, y de Evelyn Matthei, figura de la derecha moderada de la UDI, le brindarán la oportunidad a Kast para ganar en la segunda vuelta que se celebrará el 14 de diciembre. Ambos «perdedores» han sumado más de 26% de los votos juntos —precisamente el mismo número que obtuvo Jara— y ya han declarado su apoyo al conservador.
La gran sorpresa de la noche fue el populista antiestablishment, elocuente y frontal, Franco Parisi. Con casi 20% de votos, logró el tercer puesto. Alejado de cualquier discurso ideológico y fuerte crítico de las dos candidaturas que pasan a la segunda vuelta, hoy se convierte en una pieza clave para definir la presidencia de Chile. «Yo no firmo cheques en blanco para nadie. Ni Kast ni Jara son inteligentes. Quiero que dejen de dividir, tienen que ganarse el voto de mi partido». Y, ante dicha sentencia, quien debe apresurarse y capitalizar el voto huérfano que deja Parisi es la pseudo ganadora de la noche, Jara. Sin la totalidad de los votos de Parisi, la cuenta no le dará. La faena resulta cuesta arriba.
Uno de los principales ejes de la campaña de Kast fue la seguridad pública. Según la Fiscalía Nacional de Chile, durante el primer semestre de este año aumentaron los delitos en el país en un 19,6% con respecto al primer semestre de 2024. El problema de la «inseguridad» se le fue de las manos al actual presidente, Gabriel Boric.
El joven mandatario llegó a La Moneda hace cuatro años con una promesa volcada en desterrar a la «vieja política», mejorar los derechos básicos de la gente y cambiar la Constitución que tiene vestigios del Gobierno militar de Augusto Pinochet. Fue precisamente hace dos años cuando Boric sufrió el gran revés de su mandato al perder el plebiscito que le permitiría cambiar la Carta Magna. Tras la derrota, el inexperto líder socialista se vio obligado a cambiar el gabinete, convocando a viejas figuras del socialismo y la socialdemocracia chilena. A partir de allí, la segunda mitad del Gobierno chileno fue de estabilización y ajustes mínimos. Su Gobierno no cumplió con las expectativas.
Más de dos tercios de los chilenos anhelan reemplazar a la izquierda. Algunos lo hacen desde la añoranza de una derecha tradicional; otros, en cambio, con partidos y caras nuevas. Kast ha logrado convencer de que representa lo nuevo, algo distinto al expresidente Sebastián Piñera y a la UDI cercana a Pinochet. Hoy tiene el viento a favor para convertirse en presidente el próximo 11 de marzo de 2026.