Chile

El complicado primer año del presidente Boric en la Moneda

Varios errores durante la administración del presidente más joven de la historia de Chile han marcado un año lleno de desafíos para un gobierno considerado "inexperto"

Qué cosas pasan, Boric traiciona a los indios
Qué cosas pasan, Boric traiciona a los indiosEsteban FelixAgencia AP

Hoy se cumple un año desde queGabriel Boric, candidato de izquierda del partido Apruebo Dignidad, asumió la presidencia de Chile luego de vencer en las urnas al representante del Partido RepublicanoJosé Antonio KastJosé Antonio Kast, con un 55% de las preferencias de los 8 millones de chilenos que votaron.

De eso ya han pasado 365 días que no han sido fáciles para el gobierno que encabeza el ex líder del movimiento estudiantil Pingüino. A los pocos días de asumido, el mandatario más joven de la historia del país (36 años) tuvo que hacer frente a las ácidas críticas cuando su ministra del Interior, y uno de los rostros más importantes de su campaña política, Izkia Siches, fuese recibida con disparos al aire al internarse en la zona de conflicto Mapuche para reunirse con la familia de un joven comunero asesinado en 2018 por las fuerzas policiales. Según expertos, fue la primera señal de alerta de la inexperiencia del gobierno y una de las razones por la que Siches fuese reemplazada poco tiempo después, abriendo así una seguidilla de cambios en el gabinete de Boric durante los meses posteriores.

En un intento de recuperar la iniciativa, el mandatario chileno anunció la tarde del viernes la destitución de cinco de sus ministros, entre ellos la excanciller, Antonia Urrejola, que fue reemplazada por el ex subsecretario de Relaciones Internacionales y antiguo embajador en Bélgica, Alberto van Klaveren. También dejaron el Gabinete: Juan Carlos García en Obras Públicas, siendo reemplazado por Jessica López; Julieta Brodsky en Culturas, sustituida por Jaime de Aguirre; Alexandra Benado en Deportes, reemplazada por Jaime Pizarro; y Silvia Díaz en Ciencias, relevada por Aisen Etcheverry. Ayer, el nuevo Gobierno celebró su primer Consejo de Ministros en La Moneda y posó para la foto oficial.

Para el abogado, Senador y presidente de la Comisión de Hacienda, Ricardo Lagos Weber, representante del Partido Por la Democracia (PPD) «Ha sido un año de aciertos, de errores no forzados y de mucho aprendizaje, en particular para los integrantes del Frente Amplio, quienes nunca habían tenido la experiencia de gobernar y hoy deben administrar el país».

Otro traspié que sin duda marcó este año de gobierno fue haberse mostrado partidario de aprobar la propuesta de nueva Carta Magna presentada por los 155 Constituyentes, ya que fueron ampliamente criticados por la Oposición quienes les pidieron «dedicarse a gobernar», teniendo que moderar el discurso y dar un paso al costado. La estocada final llegó la noche del 4 de septiembre de 2022, cuando el 62% de la ciudadanía decidió decir «No» a la propuesta, lo cual fue considerado una gran derrota para la administración Boric.

Para Lagos Weber un error importante. ¿La razón? optar explícitamente por el «Apruebo» y «que al mismo tiempo haya postergado parte importante de su programa en función de esperar un categórico triunfo en ese plebiscito que le diera una mayor fuerza política para llevar a cabo su programa. La derrota obligó a un ajuste significativo de su gabinete y a un cambio en el ritmo y en la dirección de las reformas».

El también senador Sebastián Keitel del partido Evolución Política (Evópoli) es enfático cuando califica el primer año de Boric como malo, «lleno de errores no forzados, volteretas y derrotas electorales como ocurrió con el plebiscito de salida. Lo más grave, es que, en este periodo, las urgencias sociales siguen postergadas y prioridades como fortalecer la seguridad y el alto costo de la vida, no han sido atendidas con la fuerza y urgencia que se requiere».

En la misma línea de contratiempos, uno que le costó caro al mandatario fue el indultar a trece presos condenados por delitos violentos durante el denominado «estallido social» de 2019. El proceso fue tildado como poco prolijo y polémico, lo que llevó a la salida de su entonces ministra de Justicia, Marcela Ríos, y su jefe de Gabinete, Matías Meza-Lopehandia, uno de sus hombres de confianza hasta entonces. «La decisión del Presidente de indultar a los llamados presos de la revuelta es una señal de incoherencia respecto al discurso de combate a la delincuencia», comenta el senador Lagos Weber.

Y si hablamos de golpes en estos meses, el último lo recibió hace algunas horas cuando la Cámara de Diputados rechazó la Reforma Tributaria de Boric, que pretendía recaudar un 3,6% del PIB para financiar parte de su programa de gobierno. Con ello, uno de los grandes focos de trabajo del último año se vino abajo volviendo a foja cero, ya que no podrá ingresar nuevamente a debate sino hasta en un año más.

Pero si vemos el vaso medio lleno, podríamos decir que, pese a que su gestión venía a la baja, según Criteria, encuesta Nacional de Opinión Pública divulgada los primeros días de marzo, tanto el Presidente como el gobierno subieron su aprobación. Boric alcanza un 39% (+6 puntos) de las preferencias, y una desaprobación de 50% (-5 puntos). Algunas de las razones para esta alza popular fueron la extensión del Estado de Excepción y el despliegue de militares en la macro zona sur del país, donde el conflicto Mapuche sigue siendo una piedra de tope para los gobiernos de turno.

Además, el buen manejo de los mega incendios forestales en la zona centro sur del país durante enero y febrero, cuyo apoyo también llegó desde España con expertos en la lucha contra incendios, equipos de drones y satélites, le dio un pequeño respiro a estos doce meses de movimientos políticos erráticos.

«Creo que los principales aciertos han venido de la mano del reconocimiento de sus errores en el pasado, por ejemplo, cuando votaron en contra del Estado de Excepción y ahora lo defienden con fuerza, lo mismo con la ley del robo de madera, que ahora ellos mismos celebran. En ese sentido, considero que los desaciertos, han sido justamente persistir en aquellas políticas y discursos que no sirven para resolver las problemáticas de la ciudadanía (…) Chile nos exige más acción y menos poesía», reconoce el senador Keitel.

Si bien el primer año parece más una prueba de «ensayo y error», los próximos tres debiesen sentar una ruta más certera en cuanto al proyecto país que prometió durante su campaña. Al menos es lo que se espera de él.