Ginebra
Angelino Garzón: «El Estado tiene que respetar el derecho de Uribe a hacer política"
Vicepresidente de Colombia
La lista que encabeza el ex presidente Álvaro Uribe para el Senado puede convertirse en una de las más votadas en las elecciones legislativas de ayer, lo que supondría un fuerte impulso al candidato presidencial del uribismo para las elecciones de mayo, en las que Juan Manuel Santos parte como favorito según los sondeos. El vicepresidente colombiano Angelino Garzón, que estuvo la semana pasada en Madrid, habló con LA RAZÓN sobre Uribe y el futuro de Colombia con los diálogos de paz con las FARC como telón de fondo.
Garzón tiene una larga trayectoria política con un origen en el sindicalismo. Fue ministro de Trabajo del presidente Andrés Pastrana (2000-2002). Posteriormente fue elegido como gobernador del Valle del Cauca. En 2007, el presidente Uribe lo eligió para negociar el Tratado de Libre Comercio con EE UU. Dos años después, Uribe lo destinó como representante permanente de Colombia ante la ONU en Ginebra. Tras llegar a la Vicepresidencia, Garzón ha criticado públicamente aspectos de la gestión de Santos. El último dardo salió hace unos días, cuando dijo sobre él: "Uno no puede gobernar como una reina de belleza, con risita para todo el mundo. Uno tiene que gobernar exigiendo". Garzón no quiere entrar en polémicas y prefiere resaltar al presidente como el hombre que ha tenido la voluntad de firmar la paz con las FARC.
-¿Estas elecciones legislativas son las más determinantes de los últimos años debido al proceso de paz?
-Estas elecciones son importantes porque vamos a elegir el Congreso de la República. Y el Congreso que salga va a abordar todo lo referente a la firma del acuerdo de paz con las guerrillas colombianas y al desarrollo de ese acuerdo de paz, incluyendo los temas de la reparación de las víctimas de la violencia y la restitución de tierras a la población desplazada.
-¿La irrupción del ex presidente Álvaro Uribe en el Senado puede dificultar la aplicación de los acuerdos de paz?
-Ni mucho menos. El presidente Uribe tiene el derecho a ser candidato al Congreso de la República porque ya no puede ser constitucionalmente candidato a la presidencia de la República. Y el Estado tiene el deber de respetar el derecho del ex presidente Uribe a hacer política en Colombia.
-Uribe está en contra del proceso de negociación abierto. ¿No cree que torpedeará cualquier iniciativa en este sentido?
-La gente tiene todo el derecho en Colombia a estar en contra de la paz y tiene el derecho de estar a favor de la guerra. Y eso lo tiene que respetar el Estado. El Estado tiene que respetar las diversas expresiones democráticas de la población colombiana, dentro de ellas el derecho a la libertad de expresión.
-Parece que el voto en blanco puede haber sido alto. ¿Qué explicaría este fenómeno?
-El Gobierno tiene el deber de respetar el derecho de la población a votar como considere, incluyendo al de votar en blanco. Es una decisión libre y soberana de la población.
-El presidente Santos decía recientemente que hay "fuerzas oscuras"en Colombia que intentan boicotear el diálogo. ¿Quiénes son esas fuerzas oscuras?
-Lo más importante es destacar la voluntad política del presidente Juan Manuel Santos de firmar un acuerdo de paz este mismo año tanto con la guerrilla de las FARC como con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional. Queremos luchar contra los enemigos de la paz estén donde estén. Y para luchar contra los enemigos de la paz hay que hacerlo con un acuerdo de paz. Lo demás es teoría.
-¿Hay margen para firmar este año un acuerdo?
-Para el logro de la paz se necesitan dos, es muy parecido a bailar el tango. Uno no puede bailar el tango solo. El logro de la paz presupone voluntad política del Gobierno y también de las guerrillas. El Gobierno no tiene posibilidad de obligar a las guerrillas a firmar un acuerdo de paz, pero la sociedad colombiana y la comunicad internacional sí pueden presionar para que las guerrillas rompan los miedos de firmar el acuerdo este mismo año. Si usted me permite, lo más revolucionario de las guerrillas colombianas sería la firma del acuerdo de paz.
-¿La aplicación de los acuerdos de paz cambiará el sistema democrático colombiano?
-El presidente de la República ha reiterado que así como él tiene el propósito de buscar la paz, eso no significa que el acuerdo de paz vaya refundar Colombia. Colombia tiene unos ejes democráticos que tienen que prosperar más allá del acuerdo de paz. Por ejemplo, la división de los tres poderes, la división del poder ejecutivo, legislativo y el poder judicial. Otro ejemplo, las garantías jurídicas, sociales y políticas para la inversión tanto nacional como extranjera. Y el derecho al voto para elegir los cargos de elección popular tanto del comité ejecutivo como del poder legislativo.
-¿Los estamentos de la sociedad colombiana van a asumir los acuerdos de paz?
-Colombia necesita de la paz para consolidarse como un país moderno. Colombia necesita de la paz para seguir avanzando en materia económica y en materia social. También necesita la paz para seguir avanzando en la democracia y en el respeto integral de los derechos humanos. Y por lo tanto, ese propósito de paz tiene que cumplirlo el Gobierno nacional y los otros poderes del Estado.
-Se cumplen ocho años de la Ley de Justicia y Paz. ¿Cuánta verdad ha aportado esta ley? ¿Qué balance hace?
-Un camino para la paz es el camino de la verdad, el perdón y la reconciliación. La paz requiere de unidad de los familiares tanto de las víctimas como de los victimarios. En la búsqueda de la paz en Colombia ha sido muy importante la aprobación de una ley que reconoce que tenemos un conflicto armado, y también una ley de reparación a las víctimas de la violencia y de restitución de tierras. En el marco de la Ley de Justicia y Paz hemos avanzado en hacer conciencia en la sociedad colombiana de que el Estado tiene una deuda social con las víctimas de la violencia, y en que tenemos que ser más solidarios con las víctimas de la violencia y más duros con los victimarios.
-¿Se está contando con las víctimas en este proceso de paz?
-Se está contando con las víctimas, tienen una ley que compromete al Estado con una reparación. Por ejemplo, si mañana no hubiera acuerdo de paz, el Estado tiene tiene el compromiso de reparar a las víctimas. La reparación no depende del acuerdo de paz. Lo que pasa es que el acuerdo de paz va a contribuir mucho más a la reparación de las víctimas.
-¿Cuánto ha cambiado el país en los últimos años?
-La Colombia de hoy es completamente diferente a la de hace dos años o a la de hace cuatro o diez años. Hoy tenemos un progreso consolidado, un mayor crecimiento económico y social y un mayor compromiso institucional con las políticas de paz y con las políticas para la promoción y respeto.
-Le acusan algunos de haber traicionado sus orígenes izquierdistas. ¿Cómo se ve a sí mismo cuando contempla su trayectoria política?
-Me veo como vicepresidente, no designado sino elegido, porque yo fue elegido por más de 9 millones de colombianos junto con el presidente Juan Manuel Santos. Yo soy un agradecido con el Dios de los cielos, que me ha permitido tener vida. Soy un agradecido con mi esposa y con mi familia, que han sido mi centro, mi izquierda y mi derecha. Y soy un agradecido con la población, que ha tenido la decisión de votar por mí. También soy agradecido con mi madre, que era una vendedora de plaza de mercado casi analfabeta, que me dio la vida y me ayudó a salir adelante; y con mis maestros, que me dieron el conocimiento; también soy un agradecido con los trabajadores y los sindicatos, porque buena parte de lo soy se lo debo ellos; y soy un agradecido a los años de militancia de izquierda, por sus valores y principios. Por tanto, tengo claro que en cualquier cargo en el que esté, tengo que trabajar unas política públicas que son fundamentales, como la promoción y el respeto integral de los derechos humanos y el derecho de la gente a vivir mejor, a tener tranquilidad, paz y bienestar. Como valor y principio tengo la lucha contra la corrupción y contra la violencia, porque son contrarios a la democracia y a la convivencia pacífica y al bienestar de la gente.
-¿Cuál es su futuro político?
-Renuncié a ser embajador de Brasil, que muy amablemente me ofrecieron el señor presidente y la señora canciller, por razones personales y políticas. Si el Dios de los cielos me da vida y salud, el 14 de mayo de 2015 tomaré la decisión de ser candidato a la Alcadía de Cali o a la de Bogotá, o no ser candidato a nada, que es la demanda que me ha hecho mi esposa, que mi centro, mi derecha y mi izquierda.
-¿Es partidario de que la OEA envíe una misión de observadores a Venezuela?
-En Colombia estamos por el fortalecimiento integral de las relaciones con Venezuela. Así que respetaremos todos los mecanismos internacionales a los que recurra de manera libre y soberana el Gobierno de Venezuela para resolver sus asuntos internos. No tenemos palabras de agradecimiento a la colaboración de Venezuela por la paz de Colombia. Y valoramos también el respeto del Gobierno venezolano a la presencia de más de un millón de colombianos en Venezuela.
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