Venezuela
Argentina: Fuerzas Armadas en estado crítico
Mauricio Macri se propone acabar con las corruptelas e invertir 15.000 millones de dólares para poner fin al abandono de un Ejército humillado tras la dictadura.
Mauricio Macri se propone acabar con las corruptelas e invertir 15.000 millones de dólares para poner fin al abandono de un Ejército humillado tras la dictadura.
«La corrupción mata». Parece una frase hecha pero la realidad es que en Latinoamérica y, especialmente en países como Argentina, esa frase se tatúa en la piel de las víctimas. Sucedió con accidentes de aviones –Aerolíneas Argentinas– y tragedias como la ocurrida en la estación de Once en el año 2012, cuando un tren descarriló y murió medio centenar de personas. Una y otra vez, la historia se repite, y las venas siguen abiertas. Hoy el foco está en los 44 tripulantes del submarino «ARA San Juan», que continúa desaparecido desde el miércoles.
Según comenta a LA RAZÓN Ariel Toribio, analista de la Universidad de la Matanza, «durante la década de los Kirchner hubo una premisa: perseguir a los militares sospechosos de haber participado en la represión. Eso se traduce en una purga dentro de una institución en donde todavía quedan muchos oficiales de esa generación maldita. Algunos pasaron a retiro, pero sus hijos siguen teniendo poder».
«Además, el Gobierno de los Kirchner redujo drásticamente el presupuesto en armamento, pasando a ser el país de América Latina que menos dinero destina a la Marina, por debajo de naciones como Brasil y Venezuela. Se trata de una caza de brujas emprendida contra los militares, pero pagaron justos por pecadores», añade.
El experto Jorge Arias, de la consultora Polilat, apunta que las Fuerzas Armadas «pasaron a ser un hermano vergonzante de la democracia argentina a raíz del rol que les cupo en la etapa de la dictadura militar» (1976-1983), algo que calificó de un «absurdo». Patricio Giusto, de la firma Diagnóstico Político, recuerda a su vez que el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas comenzó tras la derrota argentina en las guerra de las islas Malvinas de 1982 ante Reino Unido y se agudizó durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), tras cinco levantamientos militares. «Después vino el kirchnerismo (2003-2015) que, con su visión ideologizada, no sólo profundiza el proceso de desmantelamiento, sino que demoniza las Fuerzas Armadas, afectando a toda la imagen de esta institución y también a la autoestima de sus miembros», señala.
El conservador Mauricio Macri llegó a la Presidencia a finales de 2015 con promesas de revertir la cuestión, pero en realidad se limitó a conceder aumentos salariales a los militares, según el experto en declaraciones recogidas por Efe.
Un ejemplo de esta situación de desmantelamiento es que Argentina tiene 28 aviones de combate pero hay apenas media docena en condiciones de levantar el vuelo seguro para un total de 250 pilotos que necesitan hacer prácticas.
Ahora mismo, la ex ministra de Defensa Nilda Garré, quien se enfrenta a una causa por corrupción acusada de comprar rifles obsoletos para la Armada, se encuentra en el ojo del huracán, ya que fue la responsable de la reparación del submarino en 2014. «Al cumplir 25 años de vida activa se le hizo una reparación de media vida, en donde se cambió todo. Dicha reparación comenzó en 2009; se entregó para pruebas en 2013 y empezó a operar en 2014 en Argentina», ha dicho la ex ministra. Garré, diputada desde 2015, aseguró que durante la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner, «en este submarino hubo inversión y no faltó mantenimiento».
En paralelo, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, brindó ayer un nuevo parte sobre la búsqueda del submarino, que lleva ya diez días desaparecido con 44 tripulantes a bordo. «Lamentablemente aún no hemos podido localizar al submarino», dijo el oficial.
Balbi salió al cruce del rumor de que las autoridades evalúan la posibilidad de que las ondas detectadas no sean de una explosión sino de un golpe. «El último reporte que tenemos es el que dice que el ruido fue consistente con una explosión», dijo tras admitir que «no hay otros indicios».
Según pudo saber LA RAZÓN, en medio de la necesidad de ajustar gastos, el Gobierno de Mauricio Macri tiene un plan para recuperar la capacidad militar de las Fuerzas Armadas. Este año destinará 4.515 millones de dólares para reparar materiales y comprar doce aviones de entrenamiento Texan T-6 y cuatro aeronaves de transporte mediano Airbus C 295, que usarán la Armada y la Fuerza Aérea.
De todos modos, altas fuentes del Ministerio de Defensa añadieron que Macri podría autorizar en estos años algunas compras más: decenas de vehículos de combate blindados y buques oceánicos y polares. Es un plan que sumaría otros 15.662 millones de dólares.
En el juzgado
La desaparición de la embarcación ha llegado ya a los juzgados. En una entrevista en la radio local La Red, Marta Yáñez, la titular del juzgado federal de Caleta Olivia, encargada de las pesquisas, declaró que la nave podría estar en medio de una «misión de carácter confidencial» cuando se le perdió la pista. Preguntada acerca de si la explosión detectada en el submarino podría corresponder a un ataque, una hipótesis que ya rechazó la Armada argentina, la jueza sostuvo que «no descarta nada» porque está comenzando la investigación y se trata de «un submarino que puede estar en la zona de culminación de la plataforma continental (la zona marítima que legalmente le pertenece al país)». Tras declarar que «podría haber estado controlando que no hubiera pesca ilegal», aunque esto «no le consta», la jueza quiso zanjar el tema diciendo que ya «está pedido» conocer la actividad que realizaba el sumergible cuando desapareció. Sí pudo asegurar, en cambio, que cuando emitió sus últimas señales se encontraba en aguas jurisdiccionales argentinas. Otro de los puntos que tendrá que investigar la instructora es el de las condiciones en las que inició su misión el «San Juan», que según explicó Yáñez, «tienen que ser informadas por la Armada».
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