Guerra en Siria
Asad cruza la línea roja
Las evidencias de que el régimen sirio ha usado armas químicas contra civiles crecen
Cameron se suma a la denuncia de Estados Unidos: «Lo que vemos es muy alarmante»
Las sospechas e indicios se hacen cada vez más fuertes y ya no parecen dejar a nadie con dudas acerca del uso que el régimen del presidente Bachar al Asad habría hecho de armas químicas contra su propia población civil. Israel fue el primero en confirmarlo, de boca de uno de sus más altos oficiales del Servicio de Inteligencia. Estados Unidos reaccionó dudando primero de ello y comentando más tarde el propio secretario de Defensa, Chuck Hagel, que al parecer Asad atacó en efecto a sus opositores con gas sarín. Y ayer fue el primer ministro británico, David Cameron, quien, tras tener noticias del primer ataque con gas nervioso en la ciudad de Alepo, recalcó que había una «evidencia cada vez mayor» del uso de armas químicas utilizas por las fuerzas del Gobierno sirio, algo «sumamente grave» que debería incitar a la comunidad internacional «a hacer más». Sin embargo, descartó la posibilidad de una intervención militar en Siria a pesar de reconocer que los últimos episodios sugieren que el régimen ha cruzado una «línea roja».
El «premier» pidió a la comunidad internacional «incrementar la presión sobre el régimen». «Hay que trabajar con nuestros socios, trabajar con la oposición para encontrar una solución correcta», recalcó. Cameron, que siempre se ha mostrado a favor de suministrar armas a los rebeldes, volvió a repetir que había que «dar forma a esa oposición, trabajar con ellos, entrenarlos, aconsejarlos, ayudarlos para ejercer presión y poder poner fin a esto». También el ministerio británico de Relaciones Exteriores aportó más datos sobre el uso de este tipo de armamamento: «Tenemos informaciones limitadas pero convincentes de varias fuentes que muestran el uso de armas químicas en Siria, incluido el gas sarín». En este sentido, Cameron agregó que era necesario «seguir reuniendo pruebas y también enviar una clara advertencia al régimen sirio sobre estas acciones espantosas». Con una postura cautelosa, prueba inequívoca de que tanto Reino Unido como Estados Unidos quieren evitar dudosos informes de los servicios de inteligencia, el «premier» matizó que no había que precipitarse y que se estaba trabajando para examinar y verificar todas las pruebas con los aliados. Con todo, dio la razón a Obama asegurando que la situación «era muy grave» y había, por tanto, que establecer unas «líneas rojas» para que la comunidad internacional supiera cuándo hay que actuar.
Cabe recordar que en el mes de agosto Obama declaró que el uso de armas químicas en Siria sería algo que cambiaría sus cálculos, dando a entender que lo llevaría a actuar. «Eso cambiaría la ecuación», comentó en su momento. Ayer, el vicecanciller israelí, Zeev Elkin, declaró que si Estados Unidos no cumple con lo proclamado meses atrás respecto a las «líneas rojas» a Siria que Asad no debía cruzar, esto enviará un mensaje negativo a Irán respecto a su margen de acción. Si no se actúa contra Siria, Irán entenderá que puede seguir adelante con su plan nuclear», aclaró.
Pero ahora –y muy especialmente después de las declaraciones formuladas ayer por David Cameron en Londres– no parece que el hecho de que Asad haya cruzado la «línea roja» que Obama le había puesto, se traduzca de inmediato en un operativo militar. La opción que parece hoy más clara es la organización de una mayor ayuda práctica a la oposición siria. Cuando estalló la insurgencia contra Asad hace ya más de dos años, convirtiéndose en poco tiempo en una guerra civil sin límites –que hasta ahora ha cobrado la vida de 70.000 personas, según la ONU– uno de los primeros puntos que destacó Israel fue el peligro de las armas químicas. Se sabe que obra en manos de Asad desde hace años un gran arsenal químico y a ojos israelíes era un peligro palpable que dichas armas cayeran en manos de elementos terroristas, sean los proiraníes de Hizbulá en Líbano que ayudan a Asad e intentan impedir su caída, o los rebeldes fundamentalistas partidarios o de la órbita de Al Qaeda que se le oponen.
La confirmación de que el pasado 19 de abril, en Alepo, y en otros casos similares, se habrían registrado víctimas de armas químicas encendió varias luces rojas en Israel que por su propio sofisticado servicio de Inteligencia llegó evidentemente a conclusiones tajantes. Y esta misma semana, al abrirse la conferencia anual del prestigioso Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv –al día siguiente de finalizar la visita oficial a Israel del Secretario de Defensa norteamericano Hagel–, uno de los más altos oficiales del Servicio de Inteligencia israelí lanzó la «bomba» que ha desatado la reacción en cadena de Estados Unidos y Reino Unido. El Brigadier General, Itai Brun, Jefe de la División de Investigación en el Servicio de Inteligencia, fue directo: «Está bastante claro que han usado armas químicas dañinas». Agregó que se han recabado «distintas señales» al respecto, como fotos de víctimas «con espuma en la boca». Brun aclaró que no se refiere únicamente al caso del 19 de abril del que mucho se ha escrito últimamente sino a un uso «continuo» de estas armas en cuestión. Según Brun, el régimen sirio tiene un «arsenal gigantesco» de más de mil toneladas de sustancias químicas. El gran temor de Israel es que pasen a lo que llamó «manos irresponsables», siendo la opción más clara los fundamentalistas proiraníes de Hizbulá. «Debemos ver con mucha preocupación la posibilidad de que las armas químicas lleguen a manos de actores menos responsables, porque ellos no manejan sus cálculos en base a la misma ganancia y pérdida que uno puede hacer», advirtió Brun. «El riesgo es que las armas químicas crucen la frontera.Y sin duda es posible que haya otros incidentes de ataques contra Israel por parte de grupos que obtengan diferentes tipos de armas». Sus palabras causaron un inmediato impacto y el oficial no lo dejó abierto a posibles especulaciones, sino que fue explícito: «El hecho que hayan usado armas químicas sin ninguna reacción apropiada es un desenlace preocupante, porque puede dar la señal de que es legítimo». Ahora la pelota está en el tejado de la comunidad internacional que debe actuar con la suficiente contundencia para frenar un ataque contra la población civil considera como un crimen de guerra.
La UE pide a la ONU que investigue
La Unión Europea (UE) instó ayer a la ONU a llevar a cabo una investigación para determinar si se han empleado armas químicas en el conflicto sirio, después de que Estados Unidos y Reino Unido hayan anunciado que cuentan con información que así lo ratifica. «Por el momento estamos verificando la situación junto a nuestros socios internacionales para determinar lo que realmente ha pasado», indicó el portavoz comunitario de Exteriores, Michael Mann, en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE). El portavoz dejó claro al mismo tiempo que el uso de armas químicas «en cualquier circunstancia es completamente inaceptable».
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