Sexismo
El techo de cristal de la mujer en el régimen comunista chino
El compromiso de Xi Jinping con los valores tradicionales socialistas de amor a la nación y a la familia perpetúa la sociedad patriarcal en el gigante asiático
Mientras Xi Jinping define sus objetivos y ambiciones para los próximos cinco años, todas las miradas están puestas en quiénes serán los elegidos para formar parte del poderoso Politburó y su Comité Permanente, el próximo 16 de octubre. Sin embargo, hay un dato que se sabe con certeza: en sus filas no habrá muchas mujeres. Si bien Mao Zedong proclamó el lema “Las mujeres sostienen la mitad del cielo”, resulta curioso que, a pesar de profesar un compromiso ideológico con la igualdad de género, apenas se vean damas en la cúpula del Partido.
Mantener un fuerte control sobre la definición de los roles de género es crucial, no sólo para preservar la legitimidad del gobierno del Partido Comunista, sino también para ayudar al país a reclamar su legítimo lugar como potencia mundial. Xi Jinping se ha comprometido a reforzar los valores tradicionales del socialismo, fomentando el amor a la nación y a la familia, dentro de una sociedad conservadora de arquitectura patriarcal. Al instar al pueblo chino a “integrar sus sueños personales y familiares con el Sueño Chino de rejuvenecimiento nacional”, el PCCh alienta a cumplir con las funciones sociales convencionales que desempeñan tanto hombres como mujeres, en la búsqueda de la prosperidad nacional.
Y, aunque las mujeres chinas disfrutan hoy en día de un acceso sin precedentes a la educación superior, la atención sanitaria y oportunidades de trabajo, unas expectativas sociales anticuadas y el apoyo inadecuado en el lugar de trabajo tienden a confinarlas en los roles de género tradicionales.
A pesar de los años de intentos radicales por cambiar la percepción de la mujer en las décadas maoístas, siguen prevaleciendo las nociones confucianistas de subordinación a sus progenitores y maridos. Las actitudes sexistas arraigadas dominan la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana. La imagen clásica de la mujer es la que está “dentro del hogar”, cargando con las tareas domésticas y el cuidado de los niños, o que “carece de calidad” (suzhi di), lo que significa que no tiene los atributos necesarios para ocupar puestos de liderazgo.
Bajo el mandato de Xi, la Federación de Mujeres de Toda China (ACWF), fundada por el PCCh en 1949 para salvaguardar los intereses de las mujeres y defender la igualdad de género, se reestructuró en 2015 para “escuchar las palabras del partido y seguir su dirección”.
Así pues, la representación femenina en la política de alto nivel en China es escasa. Las mujeres representan el 48,7% de una población de 1.400 millones y el 44,5% de la mano de obra en la China actual. Hay 30 mujeres entre los 376 miembros titulares y suplentes del Comité Central (7,9%). Sólo una mujer forma parte del actual Politburó, compuesto por 25 miembros (4%), y ninguna fémina ha formado parte del Comité Permanente del Politburó (CPS), el máximo órgano de decisión del país. Al igual que nunca ha habido una secretaria general del Partido.
Entre los recursos que Xi Jinping ha desplegado para detener un brote descontrolado de Omicron en Hong Kong se encontraba Sun Chunlan, la única mujer parte de su poderoso Politburó de 25 miembros, dentro del arraigado patriarcado chino La combatiente anti pandémica del Partido es una heroína de 71 años cuya carrera hacia la cúspide ilumina el techo de cristal del país más poblado del mundo.
En cuanto a los órganos de dirección del gobierno, tan sólo uno de los 11 miembros del Comité Ejecutivo del Consejo de Estado, formado por el primer ministro, los viceprimeros ministros y los consejeros de estado de China, es una mujer (9%). Además, actualmente los 26 ministros del Consejo de Estado son hombres. A nivel subnacional, entre las 31 unidades administrativas provinciales de la RPC, sólo hay una mujer como secretaria del Partido y otra como gobernadora (3% para cada cargo).
Para ser justos, el porcentaje de mujeres delegadas al Congreso del Partido también ha aumentado considerablemente desde el 9,3% en el 8º Congreso del Partido en 1956 al 24,2 % en el 19º Congreso del Partido en 2017.
De cara a la selección de delegados para el próximo 20º Congreso del Partido, el Departamento de Organización Central del PCCh exige que la proporción de mujeres en las delegaciones provinciales sea, por lo general, superior a la proporción de miembros del Partido en la provincia. Pero, de hecho, la representación femenina en los órganos de dirección del Partido, especialmente a nivel nacional y provincial-municipal, es notablemente baja.
Asimismo y a pesar de que no hay datos publicados, parece que el porcentaje de mujeres en el Ejército Popular de Liberación (EPL) se estima en un 5%, según la publicación oficial China Military Online de 2015. Actualmente ninguna mujer ocupa puestos de mando superior o de comisario político. De hecho, el rango más alto alcanzado fue de Teniente General, con una ascensión en 1993 y una segunda en 2010.
Dado que la dirección del PCCh cuenta con un grupo tan limitado de líderes femeninas entre las que elegir para los cargos más altos, es muy poco probable que ese número aumente en el 20º Politburó de forma significativa. Haría falta un milagro para que alguna dirigente desafiara la historia y formara parte del Comité Ejecutivo del Partido este otoño. Si bien lo más probable es que haya una nueva candidata al Politburó que sustituya a Sun Chunlan (1950), la actual integrante femenina de este importante órgano de dirección, y esta sea Chen Yiqin .
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