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Conflicto en Oriente

Israel bombardea el sur de Siria tras la entrada de las tropas del régimen en el feudo druso

Con sus bombardeos, Israel lanza un aviso al gobierno de transición presidido por Ahmed al Sharaa en defensa de la comunidad drusa, altamente apreciada en Israel por su lealtad al Estado

Las fuerzas israelíes bombardearon ayer en Sueida, en el sur de Siria, poco después de la entrada de las tropas gubernamentales -el poder en Damasco está en manos de una amalgama de grupos islamistas radicales presididas por Ahmed al Sharaa desde el derrumbe del régimen de Bachar el Asad el pasado diciembre- en la capital provincial como consecuencia de un nuevo brote de violencia sectaria desatado el fin de semana. Los tres días de enfrentamientos entre milicias drusas y beduinas en el feudo sirio de la hermética y esquiva minoría etnorreligiosa vinculada al islam chií -que tiene representantes en Siria, Israel y Líbano, también un pequeño número en Jordania- han dejado más de un centenar de muertos.

Con sus bombardeos, Israel lanza un aviso al gobierno de transición presidido por Ahmed al Sharaa en defensa de la comunidad drusa, altamente apreciada en Israel por su lealtad al Estado (la cual se manifiesta en la presencia frecuente de drusos en las FDI). No es la primera vez que el Gobierno de Benjamin Netanyahu sale en auxilio de los drusos sirios, que en el país levantino suponen el 3% de la población. A comienzos del pasado mes de mayo, y ante el primer gran brote de violencia contra los drusos protagonizado por milicias radicales islamistas suníes, las fuerzas israelíes entraron en la provincia citada del sur de Siria y llegaron incluso a bombardear los alrededores del Palacio Presidencial en Damasco.

En una nota conjunta, el primer ministro israelí y su titular de Defensa, Israel Katz, aseguraron ayer que sus fuerzas bombardearon el sur de Siria para “evitar que el régimen sirio cause daños” a la minoría religiosa drusa y “asegurar el desarme en la zona adyacente a nuestras fronteras con Siria”.

Por su parte, a la entrada del ejército construido en torno a Hayat Tahrir al Sham (HTS) en Sueida, el ministro sirio de Defensa, Murhaf abú Qasra, declaraba también ayer en la red social X el “alto el fuego total con los notables y dignatarios de la ciudad” de Sueida, donde los drusos son mayoría, antes de destacar que sus fuerzas “responderán a las fuentes de disparos y actuarán contra grupos ilegales”.

Además, tras el toque de queda decretado en la víspera, el titular de Defensa sirio anunció ayer que el ejecutivo central ha dado “instrucciones estrictas a las fuerzas presentes dentro de la ciudad de Sueida para que garanticen la seguridad de los residentes, mantengan la paz entre las comunidades y protejan las propiedades públicas y privadas”. La mayoría de líderes drusos se ha manifestado a favor de la entrada de las tropas gubernamentales en Sueida, aunque al menos hay constancia de que un líder veterano de la comunidad ha llamado a seguir “resistiendo” amén de solicitar “protección internacional”.

“Empezaremos a entregar los barrios de Sueida a las Fuerzas de Seguridad Interna en cuanto terminen las operaciones de seguridad para seguir controlando el caos, permitir a los residentes que vuelvan a sus hogares y restaurar la estabilidad en la ciudad”, `prosiguió ayer el ministro de Defensa sirio, que prometió que quienes violen el alto el fuego en vigor “rendirán cuentas”.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos -una organización no gubernamental con larga tradición, sede en Londres e informantes sobre el terreno- acusó ayer a fuerzas vinculadas a los ministerios de Defensa y de Interior de “haber llevado a cabo ejecuciones de 12 civiles tras irrumpir en la casa de la familia Radwan en la ciudad de Sueida”.

El último brote de violencia en Siria evidencia la incapacidad de las nuevas autoridades, superados los siete meses en el poder, a la hora de garantizar la seguridad en un país profundamente dividido en líneas sectarias y que solo el yugo de la dictadura militar de los Asad permitió mantener cohesionado hasta la década pasada.

Si en esta ocasión las víctimas han sido los drusos, el pasado mes de marzo la ira de los grupos radicales suníes -grupo religioso muy mayoritario en Siria- tuvo como objeto la minoría alauí asentada en la zona costera de Siria. Entonces, alguns ONG como el citado Observatorio habló de más de un millar de civiles muertos. Los alauíes, una rama del islam chií, representan el 10% de la población siria y alauíes, fueron los principales mandos militares y securitarios de la dictadura de los Asad, incluido el clan familiar. Además, la lealtad de los drusos israelíes con el Estado judío hace de esta comunidad un blanco especialmente vulnerable en territorio sirio, donde sus nuevas autoridades neoyihadistas o no pueden o no quieren poner coto a la multitud de pequeñas facciones islamistas radicales que operan en su suelo.

Entretanto, las fuerzas israelíes mantuvieron ayer abierto otro frente bélico a pocos kilómetros de allí en el este del Líbano. La aviación israelí golpeó varios puntos del valle de la Becá, en el este del país de los cedros, con el objetivo de eliminar a varios lideres de Hizbulá, dejando más de una decena de muertos.