
Recortes a la vista
La oposición francesa sopesa tumbar al Gobierno si no cambia su draconiano plan de austeridad
El gobierno quiere ahorrar gastos y aumentos de ingresos por 43.800 millones de euros en 2026 y suprimir dos festivos al año
La sombra de la moción de censura se cierne sobre el Gobierno francés si no cambia sustancialmente su plan de austeridad para reducir el déficit presupuestario desde el año próximo, alertaron este miércoles varios dirigentes políticos de la oposición. El conjunto de medidas presentado el martes por Bayrou, con recortes de gastos y aumentos de ingresos por 43.800 millones de euros en 2026, no tiene "ninguna visión" y es un "bricolaje" lleno de "parches", denunció hoy en la emisora FranceInfo Sebastien Chenu, uno de los diputados más destacados del ultraderechista Agrupación Nacional (RN, liderado por Marine Le Pen).
Chenu recalcó la amenaza de moción de censura que lanzó ayer Le Pen, y advirtió de que el hecho de que la líder de su partido esté inhabilitada por una sentencia judicial y no pueda presentarse a unas hipotéticas elecciones anticipadas no les frenarán. "La suerte personal de Marine Le Pen no le impedirá censurar a Bayrou", aseguró.
Sin embargo, el calendario parlamentario y las vacaciones de verano darán al Ejecutivo de François Bayrou una tregua para negociar cambios antes de que una hipotética moción pueda cobrar forma en el otoño. En todo caso, el Gobierno ha alertado que el objetivo de bajar el déficit público del 5,8 % del PIB en 2024 hasta el 4,6 % en 2026 es una meta difícilmente de negociable.
Con mayoría relativa en la Asamblea Nacional, el Gobierno necesita que al menos un partido de la oposición no se sume a la moción, una posibilidad que, en este momento, parece descartada, a la luz de las declaraciones de los líderes opositores. El Partido Socialista (PS), la formación más moderada de la oposición, apostó la pasada noche por la moción de censura "en las condiciones actuales", según dijo su primer secretario, Olivier Faure.
En una entrevista televisiva, Faure recordó que el PS había pedido la 'tasa Zucman', llamada así por su impulsor, el economista Gabriel Zucman, y que consiste en un impuesto sobre el patrimonio de las mayores fortunas para contrarrestar la ingeniería fiscal que hace que proporcionalmente paguen proporcionalmente menos impuestos que la clase media.
Según el primer secretario del PS, Olivier Faure, esa tasa podría aportar entre 20.000 y 25.000 millones de euros cada año a las arcas públicas. El principal partido progresista, el izquierdista La Francia Insumisa (LFI), es el que más nítidamente se ha expresado en favor de una moción de censura.
La larga batería de medidas que anunció en la tarde del martes el primer ministro incluye, entre recortes del gasto público y aumentos de ingresos, la muy impopular idea de suprimir dos de los 11 días festivos que hay cada año. "Hay que trabajar más", urgió Bayrou.
Los sindicatos han rechazado en bloque las propuestas del Gobierno, que según la CGT -la segunda organización laboral del país-, por ejemplo, suponen "una destrucción social nunca vista" en el país. En cambio, la principal organización patronal, Medef, ha respaldado el plan presupuestario del Ejecutivo.
El plan draconiano de recortes lo han acogido con poco entusiasmo incluso algunos de los ministros más importantes de Bayrou. El de Justicia, Gerald Darmanin, aclaró que su departamento no verá sus dotaciones congeladas -como está previsto con la gran mayoría de ministerios- y que contará con créditos suplementarios de hasta 200 millones de euros en 2026. "Nuestro sistema de Justicia está muy empobrecido y yo no he venido a ser ministro para ver nuestros créditos reducidos", declaró en una entrevista con 'BFMTV' Darmamin, exministro del Interior y posible candidato a las presidenciales de 2027.
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