Rivalidad

Biden llama "dictador" al presidente Xi Jinping y esta es la respuesta de China

El presidente de EE UU dice que su homólogo chino se sintió "avergonzado" por el episodio del globo espía derribado en el mar Atlántico por el Pentágono

Xi Jinping y Joe Biden no conversaban desde marzo
Xi Jinping y Joe Biden Alex Brandon, Eraldo PeresAgencia AP

El deshielo diplomático entre China y Estados Unidos no parece que vaya a ocurrir pronto. En un nuevo revés a las crispadas relaciones entre los países, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llamado "dictador" a su homólogo chino, Xi Jinping. Una declaración llamativa y polémica, pues se produce apenas un día después de celebrarse una cumbre entre Xi y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, destinada a enderezar los tensos lazos entre las dos superpotencias. China reaccionó con furia, describiendo el calificativo de "extremadamente absurdo e irresponsable".

En un acto de recaudación de fondos celebrado en California, -un evento que suele tener escasa repercusión mediática-, Biden pretendió restar importancia al incidente del globo espía chino, presentando al presidente chino como un "dictador" despistado que ignoraba lo que hacían sus militares.

"La razón por la que Xi Jinping se enfadó mucho cuando derribé ese globo con dos vagones llenos de material de espionaje dentro, es que él no sabía que aquello estaba allí", explicó Biden, basándose supuestamente en alguna información de inteligencia estadounidense. "No, lo digo en serio. Eso es una gran vergüenza para los dictadores, cuando no saben lo que pasa. No se esperaba que fuera a donde llegó. Se desvió de su curso a través de Alaska y luego a través de Estados Unidos. Y él no lo sabía. Cuando lo derribaron, se sintió muy avergonzado", explicó Biden.

El presidente estadounidense pronunció estas palabras justo un día después de que su principal diplomático, Antony Blinken, regresara de una visita de dos días a Pekín destinada a insuflar una nueva vida a unos vínculos que se encuentran en su punto más bajo en décadas. Y todo, a pesar de que, en una entrevista tras su visita, Blinken había afirmado que el "capítulo" de la saga de los globos espía debía "cerrarse".

Biden se salta el guion

Se desconoce por qué Biden hizo estos comentarios directos y sin guion sobre Xi, considerado el líder más poderoso de China desde Mao Zedong tras conseguir un tercer mandato sin precedentes como presidente y jefe del Partido Comunista.

China denunció inmediatamente la caracterización de Xi como dictador, calificando los comentarios de “violación del protocolo diplomático y afrenta a la dignidad política de China”. Al expresar el fuerte descontento, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, tachó dichas manifestaciones de ser "extremadamente absurdas" e "irresponsables".

La funcionaria china defendió una vez más la postura china de que el globo, que fue derribado sobre aguas costeras estadounidenses en febrero de este año, estaba destinado a la investigación meteorológica y se había desviado de su trayectoria. Y es que, la polifacética rivalidad entre China y Estados Unidos se convirtió en una crisis diplomática en toda regla con el incidente del aerostato de febrero.

Con todo, Pekín reiteró el miércoles su protesta contra la decisión de Washington de derribarlo. "Estados Unidos debería haberlo abordado con calma, racionalidad y profesionalidad, pero su distorsión de los hechos, el abuso de la fuerza y la escalada de exageraciones, han puesto plenamente de manifiesto su naturaleza hegemónica e intimidatoria", declaró Mao.

Rusia se unió a las críticas de los comentarios de Biden, ya que, según el Kremlin, reflejan la "impredecible" política exterior de Washington. "Se trata de una manifestación muy contradictoria de la política exterior estadounidense, que apunta a un importante elemento de imprevisibilidad", declaró a la prensa el portavoz Dmitry Peskov.

"El bocazas de Biden es un bala perdida", defendió Wu Xinbo, director del Centro de Estudios Americanos de la Universidad Fudan de Shanghai. "La confianza mutua es lo que China ha estado enfatizando, por lo que los comentarios de Biden son muy destructivos y perjudiciales", apuntó Wu, quien añadió que es posible que las declaraciones no deshagan totalmente lo que Blinken había logrado en su visita a China.

Cuestiones como el globo espía que sobrevoló Estados Unidos y recogió datos de emplazamientos militares y la revelación de supuestas comisarías secretas chinas en suelo estadounidense han empeorado los lazos diplomáticos en los últimos meses.

Además, el reciente viaje de Blinken a Pekín no parece que haya generado grandes avances, si bien Xi pareció estar de acuerdo en que era el momento adecuado para estabilizar la rivalidad existente, que ha amenazado en varias ocasiones con derivar en un conflicto flagrante. Aun así, parece que Blinken mantuvo una conversación "franca y constructiva" con su homólogo chino, Qin Gang, y también habló con el jefe de la diplomacia china, Wang Yi. Además, el segundo día de su visita, se sentó con el propio presidente chino, y ambos subrayaron la responsabilidad conjunta de estabilizar las relaciones entre ambos países. "El mundo lo necesita", se hicieron eco. Acordaron también intensificar los contactos, incluyendo más visitas de funcionarios estadounidenses a China a futuro.

Aun así, tras reunirse el lunes con el líder chino, Blinken reconoció que las diferencias entre ambos eran profundas. "No nos hacemos ilusiones sobre los retos de gestionar esta relación. Hay muchas cuestiones en las que discrepamos profundamente, incluso con vehemencia", declaró.

Como referencia, recientemente Washington ha afirmado que aviones y buques de guerra chinos han maniobrado de forma amenazadora para sus homólogos estadounidenses en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional, a pesar de los acuerdos alcanzados entre ellos sobre protocolos para evitar tales incidentes. Por su parte, China reiteró sus firmes objeciones al apoyo de Estados Unidos a Taiwán, isla autónoma y democrática que Pekín reclama como territorio propio. Asimismo, Washington ha intentado bloquear el acceso de Pekín a tecnología punta de fabricación de chips informáticos que podría utilizarse con fines militares, y ha acusado a China de robar propiedad intelectual estadounidense.

Con todo, el propio Biden valoró la visita de su secretario de Estado como un indicio de que las relaciones iban por buen camino y que se habían hecho progresos. También anunció que el enviado estadounidense para el clima, John Kerry, podría visitar China próximamente. Por ello y en este sentido, no parece muy acertado por parte de Biden hacer semejantes declaraciones. Al menos, en China han sentado fatal.