Francia

Bloqueo en los partidos franceses

La decisión debilita a la izquierda a un año de las elecciones. Los Republicanos afrontan una crisis de liderazgo

La Razón
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Si las pocas esperanzas que guardaba la izquierda francesa de cara a las elecciones presidenciales del año que viene pasaban por buscar una difícil unión frente a la derecha y la ultraderecha al final de la legislatura, ésta parece haberse esfumado con el «decretazo» gubernamental de ayer.

La popularidad del presidente, que anunciará su decisión de presentarse a la reelección a finales de año, está por los suelos. Tres de cada cuatro franceses suspenden su gestión, según el último sondeo difundido este pasado fin de semana por OpinionWay. Tan sólo un 18% dice sentirse «satisfecho» con la labor de Hollande, cifra que aumenta hasta el 23% en el caso de su primer ministro, Manuel Valls. Con el tándem gubernamental en horas bajas, son varias las voces de la izquierda que piden la celebración de unas primarias antes de que finalice el año, ante el pánico que produce rememorar el escenario de la segunda vuelta presidencial de 2002 entre derecha y extrema derecha, con la izquierda votando en bloque a Jacques Chirac para cortar el paso a Jean-Marie Le Pen. Según las encuestas, Hollande quedaría eliminado hoy por hoy en la primera vuelta cualesquiera que fueran sus rivales.

Pero la situación de Los Republicanos no es mucho mejor. El candidato conservador y alcalde de Burdeos, Alain Juppé, popular por sus posiciones moderadas dentro del partido, tiene el favor del 51% de los franceses, según el sondeo, pero tendrá que enfrentarse a una dura batalla en las primarias del centro derecha al ex presidente Nicolas Sarkozy. Juppé pierde puntos de simpatía entre las bases más conservadoras del partido.

La ultraderechista Marine Le Pen es la única que ha mantenido buenos resultados durante la legislatura y ha aprovechado la deslegitimación de las formaciones tradicionales. Sólo ella tiene asegurada su candidatura para 2017 dentro del tripartidismo en el que se ha convertido la vida política francesa. A día de hoy, un tercio de los ciudadanos considera que la actual líder del Frente Nacional sí tiene el empaque suficiente como para liderar el país. Sin embargo, las guerras intestinas con su padre, Jean-Marie Le Pen, y los fieles a éste, que consideran que la hija ha dinamitado las esencias del partido, han hecho que tampoco la formación de ultraderecha se haya librado de líos internos durante los últimos meses.

Queda por resolver si a la izquierda de Hollande puede cristalizar en Francia una formación homologable a Podemos. Un debate que llena páginas de periódicos y horas de debates en televisión. El movimiento «Nuit Debout» podría ser su germen, pero pocos piensan que exista el tiempo y el carisma necesarios para cristalizarlo políticamente antes de las presidenciales. A esto sumemos en la izquierda la última crisis abierta en las filas ecologistas: el lunes dimitía el vicepresidente de la Asamblea y líder histórico de la formación, Denis Baupin, envuelto en un caso de presunto acoso sexual a varias de sus ex compañeras.