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Bolsonaro quiere “transformar” cómo se cuenta el golpe militar en las escuelas

El ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, dijo que introducirá cambios en los libros escolares para que los niños puedan tener “una idea verídica” de la historia.

Jair Bolsonaro / Ap
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El ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, dijo que introducirá cambios en los libros escolares para que los niños puedan tener “una idea verídica” de la historia.

Días después de haber celebrado el aniversario del golpe militar que dio inicio a la última dictadura, el gobierno del derechista Jair Bolsonaro impulsa una relectura de la historia brasileña en las escuelas. El ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, dijo que introducirá cambios en los libros escolares para que los niños puedan tener “una idea verídica” de la historia, al tiempo que calificó al gobierno de facto de “régimen democrático de fuerza”.

“La historia brasileña muestra que el 31 de marzo de 1964 fue una decisión soberana de la sociedad brasileña. No fueron los cuarteles quienes colocaron en la presidencia a Castelo Branco”, dijo Vélez Rodríguez.

Adoptando la misma línea de interpretación que el gobierno, el ministro negó el golpe militar que en 1964 depuso al presidente democrático Joao Goulart y, gracias a un Congreso intervenido, eligió al mariscal Castelo Branco, jefe del ejército, como presidente de facto.

Tras esa maniobra las fuerzas armadas clausuraron el Congreso y con diferentes presidencias militares detentaron el poder durante 21 años signados por la censura, la persecución política, la tortura y la muerte.

Vélez Rodríguez opinó que Brasil adoptó un “régimen democrático de fuerza porque era necesario en ese momento” para cerrar el paso al el ascenso del comunismo de la historia más amplia. La recuperación de ese pasado permitirá tener conciencia de lo que fuimos”, dijo el ministro, un profesor colombiano naturalizado brasileño. Vélez se encuentra en “el ojo de la tormenta”. A finales de marzo elogió a Pablo Escobar en la lucha contra las drogas. El filósofo quiere educación militar en los colegios, para evitar el narcotráfico en los jóvenes. Y dijo que el narco hizo algo similar en su país. De hecho ayer los medios locales, publicaban que varios partidos aliados con Bolsonaro en el Congreso solicitaban “la cabeza” del ministro. El presidente decidirá en los próximos días su futuro.

De acuerdo con la Comisión Nacional de la Verdad, órgano que investigó los crímenes de la dictadura, al menos 434 personas fueron desaparecidas y hubo más de 30.000 detenciones ilegales y torturas. A diferencia de lo que sucedió en Argentina, Chile y Uruguay, en Brasil los delitos cometidos durante el régimen de facto no fueron juzgados.

“Al negar la historia el gobierno pretende desvalorizar todas las luchas de los trabajadores brasileños por sus derechos y arrasar con las conquistas que todavía tiene”, dijo Cesar Cordaro, integrante del grupo Comité Paulista por la Memoria, Verdad y Justicia y ex procurador de Sao Paulo.

Bolsonaro, un ex capitán del ejército nostálgico de la dictadura y fervientemente anti izquierdista, no sólo generó polémica al referirse a la historia brasileña. El presidente y su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, aseguraron en los últimos días que el nazismo “fue un movimiento de izquierda”. Una postura que el mandatario ocultó durante su reciente visita a Israel, donde repudió el negacionismo con el Holocausto.