Boris Johnson estudia convocar elecciones tras ejecutar el Brexit

La amenaza del «Brexit» empieza a materializarse y, entre otras consecuencias, ha hecho que el Producto Interior Bruto (PIB) británico cayese un 0,2 % en el segundo trimestre del año, según los datos publicados ayer por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, en sus siglas en inglés). Se trata de la primera contracción de la economía británica desde 2012 y el primer varapalo para el primer ministro, Boris Johnson, que además vio ayer cómo la libra caía un 0,3 %, a 1,081 euros, cerca del mínimo de hace dos años, tras conocerse el dato.

Ante la promesa de Johnson de ejercer la retirada de Reino Unido de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre, con o sin acuerdo, los mercados desconfían y la inversión empresarial se mantiene congelada. En el segundo trimestre la inversión descendió un 0,5% y supone una caída del 1,6% respecto al ejercicio anterior. Además, el sector servicios apenas aportó un 0,1% al PIB mientras que los sectores industriales y de la construcción disminuyeron un 1,4% y un 1,3% respectivamente.

La incertidumbre relacionada con el «Brexit» y el debilitamiento de la economía global son las principales razones del encogimiento económico británico. La ONS, en un comunicado, tiene muy clara la relación: el PIB ha sido «particularmente volátil» en lo que va del año debido a los cambios provocados en la actividad comercial en torno a la fecha inicial del «Brexit». Esto llevó a los fabricantes a impulsar la producción de existencias y que el sector manufacturero registrase su mayor aumento trimestral desde la década de 1980. Son muchos los negocios que han comenzado a agotar sus provisiones. «Algunas de las reservas importantes que tenían las empresas británicas en anticipación al «Brexit» que nunca existió, ahora se están usando y están bajando», explicó el titular de Hacienda, Sajid Javid.

Con este estancamiento, aumentan los temores de una recesión. A pesar de que el Banco de Inglaterra ha pronosticado que la economía crecería un 1,3% este año, las expectativas no garantizan una mejoría de las cifras. Por tanto, si el tercer trimestre refleja un nuevo declive, la economía británica encararía un duro golpe. «No estoy esperando una recesión en absoluto. No hay ningún analista que lo pronostique ni tampoco el órgano independiente del Banco de Inglaterra espera una recesión», añadió Javid.

Estas turbulencias se unen a la inestabilidad política, después de saberse que el Partido Laborista prepara una moción de «no confianza» (censura) contra el «premier» si lleva a cabo un Brexit a las bravas. Algunas fuentes aseguran que Johnson podría negarse a renunciar incluso si pierde el voto de confianza, para retrasar las elecciones más allá del día del Brexit y garantizar que el país abandone la UE. Preguntado al respecto, el primer ministro dijo: «Creo que lo que los miembros del Parlamento deberían hacer es lo que votaron al activar el Artículo 50... Es un honor cumplir el mandato del pueblo y salir de la UE el 31 de octubre».

«The Financial Times» ha informado de que Johnson convocaría elecciones para los días posteriores al Brexit si los legisladores tumban su Gobierno en la moción de censura, que se espera para principios de septiembre, cuando el Parlamento regrese de sus vacaciones. Podría quedarse como primer ministro en funciones y convocar los comicios. Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de celebrar elecciones antes de que Gran Bretaña abandone la UE, Johnson se limitó a insistir en que los votantes quieren ver a los políticos materializar el resultado del referéndum de 2016. Asimismo, dijo que trabajao duro para llegar a un acuerdo con la UE y si Gran Bretaña puede obtener cambios en el llamado «backstop» para Irlanda, entonces «hay posibilidad de alcanzar un buen acuerdo». «Hay mucho tiempo para lograrlo», agregó.

¿Es posible un gobierno de unidad nacional?

Una posible vía para forzar la dimisión de Johnson es que la mayoría parlamentaria contraria a un Brexit abrupto se alíe para apoyar un Ejecutivo de unidad que pediría a la UE una nueva extensión de la fecha de salida.

Si Johnson pierde la moción de censura, se abrirá un periodo de 14 días en el que otros candidatos podrán pedir el respaldo de la Cámara, lo que abriría la puerta a candidatos alternativos a Johnson, aunque el líder laborista, Jeremy Corbyn, sólo lo aceptaría si está él al frente.