Terrorismo yihadista
Borrón y cuenta nueva en Siria
Obama planea otra estrategia para luchar contra el Estado Islámico tras constatar los escasos resultados en los dos meses de bombardeos aliados
Tras dos meses de campaña de bombardeos aéreos en Siria e Irak contra el Estado Islámico (EI), los pocos resultados sobre el terreno han llevado a la Administración del presidente Barack Obama a replantear su estrategia. El primer paso llegó el lunes con la destitución del secretario de Defensa, Chuck Hagel, contrario a la visión del presidente demócratas en lo que respecta a la guerra contra el EI. Hasta ahora, Estados Unidos no ha tenido una estrategia clara, sobre todo en Siria, donde no ha conseguido frenar el avance del grupo yihadista, sino que ha vuelto a unir a los dos poderosos grupos radicales en Siria: el Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) y el EI. Con una alianza mayor, el EI ha crecido en poder y se muestra insultantemente desafiante. En las web yihadistas y cuentas de Twitter, los partidarios del Estado Islámico celebraron la dimisión de Hagel como una victoria contra Estados Unidos, alegando que había sido destituido por los éxitos del EI contra los aliados de EE UU en el campo de batalla.
Lo cierto es que hasta ahora la lucha contra el EI no ha visto avances en Siria. El Frente Revolucionario de Siria y Harakat Hazm, ambos grupos aliados de EE UU, que esperaban ser el núcleo de una fuerza antiyihadista, sufrieron un duro golpe recientemente en Idlib, después de que perdieran terreno y armas contra el Frente Al Nusra. Estos dos grupos moderados forman parte del programa de Estados Unidos para capacitar y equipar a una fuerza de 5.000 rebeldes sirios con un presupuesto de 500 millones de dólares. Sin embargo, los movimientos están siendo demasiado modestos y lentos y la instrucción todavía no ha comenzado para evitar que las armas estadounidenses caigan en las manos equivocadas
El problema principal es que Obama aún no tiene definida ninguna estrategia para inclinar la balanza en Siria, a pesar de que afirma que quiere forzar al presidente Bachar a Asad a negociar el fin de la guerra. Los ataques aéreos de la coalición han causado víctimas civiles, y han dejado a las fuerzas de Asad actuar con impunidad, lanzando bombas de TNT mortales con mayor frecuencia que antes y cerca de donde el EI ha sido golpeado por los ataques aéreos estadounidenses. En estos momentos, el sátrapa sirio se frota las manos viendo que cuanto más larga sea la guerra contra el EI, se acabará forzando una alianza de Occidente con Damasco.
Asimismo, los llamamientos a una zona de exclusión aérea para crear un corredor en la frontera con Turquía siguen cayendo en oídos sordos.
La estrategia contra el EI en Irak es difícil, pero sigue siendo más fácil que en Siria, gracias al apoyo de las fuerzas «peshmerga» kurdas y del Ejército iraquí. Otro factor importante que hay que tener en cuenta es el posible pacto entre Teherán y Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní, que ha provocado recelos entre los principales socios regionales de Washington (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Bahréin).
Lapidados por «actos indecentes»
El Estado Islámico ha lapidado a dos jóvenes «por cometer actos que contravienen la decencia con otros hombres» en Deir al Zur. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que uno de los jóvenes fue lapidado tras haber sido capturado por miembros del EI que encontraron en su móvil fotografías en las que supuestamente el joven cometía prácticas «indecentes» con otros varones.
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