Tensión bélica

De cómo el dedo amputado de un marinero puede desatar una crisis entre China y Filipinas

Manila endurece sus ataques a Peking por el incidente de la pasada semana entre barcos de ambos países

SANSHA, June 4, 2024 -- Law enforcers of China Coast Guard inspect near an illegally grounded Philippine navy transport ship on May 16, 2024. Recently, in China's Ren'ai Jiao and the surrounding territorial sea, personnel from the illegally grounded Philippine navy transport ship Sierra Madre repeatedly damaged Chinese fishermen's nets. It is estimated that over 2,000 meters of fishing nets have been damaged and more than 100 meters of fishing nets have been stolen by Philippine personnel fr...
EEUU condena las "irresponsables acciones" de los guardacostas chinos tras el último incidente con FilipinasEuropa Press/Contacto/Shi LeiEuropa Press

Peking vive desde hace muchos meses en una tensión continua (en la que se siente muy cómodo) con sus vecinos del Mar de la China Meridional. Ya no solo con el clásico de los clásicos, la reivindicada Taiwán, a cuyas inmediaciones envía un día sí y otro día también cazas, drones y helicópteros como señal de permanente advertencia. Desde hace unos meses, también con Filipinas, con cuyos buques son frecuentes los enfrentamientos y el acoso en aguas comunes.

El último de estos incidentes marítimos con Filipinas se produjo la pasada semana, y tuvo lugar cuando las fuerzas filipinas intentaban reabastecer a sus marines estacionados en un viejo buque de guerra abandonado y anclado deliberadamente en el atolón Second Thomas. En las imágenes difundidas por el ejército filipino se ven pequeños botes tripulados por marineros chinos gritando, agitando cuchillos y usando palos para golpear un bote inflable mientras suena una sirena.

El incidente se salvó con un resultado que, en términos bélicos, puede parecer insustancial (un soldado filipino perdió un dedo), pero que demuestra hasta qué punto la tensión es máxima y la situación delicada. Porque Manila ha demostrado que no está dipuesto a pasar por alto lo ocurrido. En unas declaraciones de este mismo lunes recogidas por Europa Press, el Gobierno de Filipinas ha calificado de "acto deliberado" el incidente, en una prueba de que quiere endurecer el tono días después de que afirmara que lo ocurrido aquel día podría tratarse de un "malentendido".

El ministro de Defensa, Gilberto Teodoro, ha acusado a China de haber llevado a cabo aquel día un "uso agresivo e ilegal de la fuerza", con el fin de impedir la misión de las autoridades filipinas", que no era otra que la de reabastecer el puesto de control que mantiene en el atolón Second Thomas, epicentro de la disputa.

"Hemos llegado a la conclusión de que no fue un malentendido ni un accidente", ha dicho Teodoro, después de que el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, se reuniera este fin de semana con los militares que se vieron involucrados en dicha disputa, informar el diario 'Philippine Daily Inquirer'.

"No estamos restando importancia al incidente. Fue un uso agresivo e ilegal de la fuerza", ha remarcado Teodoro, quien ha asegurado que Filipinas, "como Estado responsable", seguirá buscando "soluciones pacíficas" para resolver esta cuestión, en sintonía así con las declaraciones del fin de semana del presidente Marcos Jr. Teodoro también ha adelantado que no publicarán calendario sobre cuándo y de qué manera enviará misiones de reabastecimiento del puesto de control situado en el Second Thomas, tal y como aseguró el secretario del Gobierno, Lucas Bersamin, quien habló de "malentendido", evitando calificar lo ocurrido como un "ataque armado".

En respuesta a estas declaraciones de Teodoro, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha insistido en que la zona en disputa es territorio de Pekín y ha instado a Manila a "retomar el camino de la negociación" a fin de "salvaguardar la paz y la estabilidad" en la región, informa Europa Press.