Acusación a Trump
Cómo el vicepresidente de Trump se libró de ser imputado por intentar revertir el resultado de las elecciones
El nombre de Mike Pence no figura en la lista de los seis cómplices que, según el fiscal especial Jack Smith, ayudaron al exmandatario a tratar de interferir en las pasadas elecciones presidenciales
El exvicepresidente Mike Pence fue testigo directo del asalto al Capitolio y de cómo actuó ante la rebelión el que entonces era su jefe. Además, tuvo que mantenerse fuerte para no ceder a las constantes peticiones de Donald Trump insinuándole que se negara a certificar los resultados de las elecciones del 2020. Pence nunca dio su brazo a torcer, y gracias a eso ahora su nombre no figura en la lista de los seis cómplices que, según el fiscal especial Jack Smith, ayudaron al exmandatario a tratar de interferir en las pasadas elecciones presidenciales. «La acusación de hoy sirve como recordatorio importante: cualquiera que se anteponga a la Constitución nunca debería ser presidente de los Estados Unidos», aseguró el exvicepresidente y ahora también candidato republicano a la presidencia en un comunicado, el martes por la noche, justo después de conocerse la tercera acusación contra Trump.
Pence ha sido un testigo clave en la investigación llevada a cabo por los fiscales en el marco de esta tercera acusación contra Trump. Gracias a las conversaciones entre ambos republicanos y las notas que recogió Pence durante los disturbios, el gran jurado ha podido hacerse una mejor idea de la actuación de Trump durante el asalto. La acusación explica como el expresidente aprovechándose de las rutinarias interacciones con su segundo, trató de convencerlo para que no legitimara los resultados que daban a Joe Bidencomo ganador en el Colegio Electoral los días previos al 6 de enero de 2021.
Lo intentó varias veces, como queda reflejado en las notas de Pence, incorporadas en el texto acusatorio. Como por ejemplo el 29 de diciembre, cuando Trump aseguró falsamente que el Departamento de Justicia había encontrado «infracciones importantes» en la votación. En otra ocasión reza el escrito, el 25 de diciembre, Pence llamó al que era su jefe para desearle Feliz Navidad, «y el acusado cambió rápidamente la conversación al 6 de enero y su pedido de que el vicepresidente rechazara los votos electorales ese día», a lo que su trabajador respondió: «sabes, no creo que tenga autoridad para cambiar el resultado». La respuesta que recibió fue «eres demasiado honesto».
Mike Pence es uno de los siete candidatos a las elecciones primarias republicanas, y ha aprovechado su último comunicado para recordar a la ciudadanía que vela por el interés de todos los estadounidenses, asegurando que «nuestro país es más importante que un solo hombre», igual que «nuestra Constitución es más importante que la carrera de cualquier hombre». Lo cierto es que Pence no ocupa una gran posición en las encuestas. Los últimos sondeos apuntan a que Trump domina la carrera con un 54% de apoyo, seguido del gobernador de Florida, Ron DeSantis, con un 17%. Y muy por detrás llegan Pence, la exembajadora de Naciones Unidas, Nikki Haley, y el Senador por Carolina del Sur, Tim Scott, con un 3%. Cualquiera pensaría que a la vista de los últimos acontecimientos podría haber cambios en la opinión de la población que perjudicaran a Donald Trump, pero lo cierto es que hasta ahora ha ocurrido justo lo contrario, cuantos más problemas legales enfrenta el exmandatario más aumenta su popularidad en EE UU.
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