Economía

Corbyn pone a Google y Amazon en la diana fiscal

El nuevo responsable de Economía de los laboristas propone más impuestos a los ricos y a las grandes corporaciones

Jeremy Corbyn, ayer, junto al responsable económico del partido, John McDonnell
Jeremy Corbyn, ayer, junto al responsable económico del partido, John McDonnelllarazon

Si hay alguien más radical que Jeremy Corbyn, ése es John McDonnell, ex sindicalista, defensor de Marx, convertido hoy en el responsable de Economía de la oposición británica. Su nombramiento no agradó especialmente a las filas laboristas, divididas hoy más que nunca ante el rumbo que debe tomar la formación. Pero, tras ser elegido como líder –con el apoyo de los afiliados–, Corbyn decidió hacer caso omiso a las críticas y optó por tener a su lado a su fiel amigo para llevar a cabo su gran plan contra la austeridad, el denominado «Corbynomics».

El propio McDonnell fue ayer el encargado de desvelar los detalles durante el congreso anual que el partido celebra esta semana en Brighton. «Nos estamos embarcando en la inmensa tarea de cambiar el discurso económico en este país. Acabemos ya con ese título ridículo que nos han puesto de que negamos el déficit», recalcó. «La lucha contra el déficit es importante. Pero rechazamos la austeridad como medio para afrontarlo. Nosotros partimos hacia una alternativa basada en crecimiento dinámico, poniendo fin a los recortes de impuestos para los ricos y abordando la evasión fiscal», matizó.

McDonnell explicó que el sistema fiscal «agresivo» contra los bancos y las multinacionales «no es una necesidad económica, sino una elección política». «Somos el único partido contra la austeridad», aseveró. «Y obligaremos a gente como Starbucks, Vodafone, Amazon, Google y todos los demás a pagar su porción justa de impuestos», matizó.

El veterano diputado, de 67 años, subrayó que el balance de las cuentas no se puede lograr «con ataques a los ingresos medios y a los vulnerables» y añadió que un gobierno liderado por Corbyn invertiría «en sectores estratégicos» para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo, al tiempo que acabaría con «los subsidios a las empresas que toman el dinero y no crean empleos», afirmó el polémico portavoz económico, que adelantó que se retirarían las desgravaciones fiscales a los especuladores inmobiliarios en lugar de recortar los sueldos a «policías y enfermeras».

Por otra parte, McDonnell también desveló sus planes para el Banco de Inglaterra, al que, aparte de centrarse en la inflación, quiere atribuir nuevos objetivos, «como el crecimiento del empleo y los salarios». El ex sindicalista dijo a los militantes que estas propuestas son una alternativa «al neoliberalismo del pasado», pero reconoció que el partido laborista debe demostrar que puede gestionar la economía «mejor que la elite de los ricos». Para garantizar la viabilidad de sus iniciativas, explicó que éstas se contrastarán «rigurosamente» con un equipo de asesores, en el que figuran, entre otros, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y el conocido economista francés Thomas Piketty, asesor también de Podemos, la formación de Pablo Iglesias.

Consciente del revuelo que ha creado su nombramiento, McDonnell comenzó su discurso ayer «en son de paz». «A quienes me han oído en otras ocasiones, les adelanto que este no será mi habitual estilo de bronca», dijo. También llamó a la unidad del partido y pidió a los díscolos que «vuelvan y ayuden» a que el proyecto tenga éxito. De todos modos, dijo, no hay que confundir «debate por división» ni «democracia por desunión».