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El avispero del Sahel

La Razón
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¿Represalias como la toma de rehenes en Argelia pueden complicarle las cosas a Francia en Mali?

–Sí y no. En cierta manera es un mensaje para Argelia, que siempre ha tenido una posición ambigua con AQMI. El ataque de una instalación gasística y petrolera es un golpe duro para Argelia y quizá la obligue a participar indirectamente en la represión de AQMI. No creo que tenga consecuencias nefastas en la opinión francesa, que es bastante legitimista.

¿Y empujará a las potencias occidentales a implicarse más?

–Es posible. Lo que antes era percibido como un problema franco-maliense por los occidentales quizá ya no lo sea exclusivamente. Puede ser que les lleve a involucrarse más. AQMI es una amenaza para todos los europeos y la toma de rehenes de ayer lo demuestra.

Ahora Francia combate sola en Mali. ¿Existe un riesgo de estancamiento?

–Es pronto para decirlo. Yo matizaría que está sola en el terreno por razones evidentes de urgencia para evitar la caída de Bamako. No teníamos opción. En realidad, está sola respecto a la clase política maliense, que ha implosionado. De hecho, el Ejército de Mali era reacio a una intervención extranjera. Hay un gran vacío político en Mali y eso es un problema. Lo que François Hollande ha hecho es un trabajo diplomático denso sobre la cuestión de Mali. De ahí que se haya beneficiado del apoyo diplomático unánime de la comunidad internacional. Aunque es verdad que los europeos aprueban diplomáticamente la iniciativa de Francia, la han dejado sola en estos meses convencidos de que Mali era un problema francés cuando los franceses decían que era un problema europeo. Quizá con excepción de Reino Unido.

¿París sigue siendo el «gendarme de África?

–El caso de Mali es muy diferente a cómo actuaba Francia antes. Hay un marco de la ONU. En Costa de Marfil se intervino de manera unilateral y después se creó el marco de Naciones Unidas. Francia podía intervenir sin que ninguno de sus intereses mayores estuviera en peligro. Aquí se trata de proteger a sus nacionales y también a los europeos en Mali. Y porque el norte de Mali es un foco terrorista. Francia ha abortado en estos meses varios atentados organizados desde el Sahel en suelo galo.