Política

Nueva York

El brote de sarampión de Nueva York se ceba con los judíos

Desde el pasado octubre ya se han registrado 837 casos de esta enfermedad. Las autoridades norteamericanas obligan a la vacunación, pero gran parte de la comunidad rechaza la medida por cuestiones religiosas

Desde el pasado octubre ya se han registrado 837 casos de esta enfermedad. Las autoridades norteamericanas obligan a la vacunación, pero gran parte de la comunidad rechaza la medida por cuestiones religiosas

Un brote de sarampión en la comunidad judía ortodoxa de Brooklyn ha puesto en jaque a las autoridades neoyorquinas, que bajo amenaza de multa obliga a la vacunación, un debate que enfrenta a ese colectivo mientras la enfermedad se extiende por el estado de Nueva York.

Desde que el pasado martes el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, decretara la emergencia sanitaria pública en el barrio de Williamsburg, el conflicto está servido entre quienes acusan a la medida de coartar las libertades religiosas y los que defienden que es necesaria, con más de 300 casos de sarampión confirmados desde octubre en el estado.

En total, en Estados Unidos se han registrado 837 casos desde que se inició la epidemia en otoño, que en Nueva York arrancó tras el viaje de una familia judía ortodoxa a Israel, donde un niño sin vacunar se contagió de la enfermedad.

Muchos alegan que la decisión de no inocularse se basa en sus creencias religiosas, pero rabinos como Jonathan Leener, en declaraciones a Efe, aseguran todo lo contrario.

"El valor más sagrado del judaísmo es la santidad de la vida humana. Nuestra obligación religiosa es protegerla y preservarla. Dado nuestro conocimiento médico actual, uno podría argumentar que bajo la Ley Judía estamos obligados a vacunarnos", responde Leener.

Para este, "los judíos que se niegan a vacunarse o no lo hacen directamente"no tiene razón de ser en su religión sino que "simplemente están desinformados".

Esta es una muestra del debate en el seno de la comunidad judía, que teme que, por algunos padres que deciden no inmunizar a sus hijos, las agresiones antisemitas se multipliquen, ya que son fácilmente identificables por su apariencia.

Entre las comunidades judías de Brooklyn circula una publicación que alerta de que las vacunas contienen "ADN de mono, rata y cerdo", están fabricadas con células de fetos humanos abortados y generan autismo.