El Estado Islámico mata a cuatro soldados de EE UU en Siria

El Estado Islámico ha querido demostrar que, aunque digan lo que digan, aún puede contraatacar con fuerza. Un total de 16 personas, entre ellas cuatro soldados estadounidenses, murieron ayer en un atentado suicida, reivindicado por el EI, cuando realizaban una patrulla rutinaria en la ciudad siria de Manbij, en la frontera con Turquía. Se trata del peor ataque que han sufrido las tropas de EE UU en Siria, coincidiendo con el inicio de su retirada del país árabe. Según un portavoz del Pentágono, desde que las tropas y asesores estadounidenses se desplegaron en el norte Siria en 2015, solo dos soldados norteamericanos han muerto en combate en el país árabe, mientras que otros dos fallecieron en hechos no relacionados con la guerra contra el EI.

Precisamente, la decisión de Washington de traer a casa a los 2.000 soldados y personal militar desplegados en el norte de Siria se debió a que el grupo yihadista del EI estaba prácticamente derrotado. El atentado suicida contra miembros de la coalición contra el EI podría interpretarse como un mensaje de advertencia del grupo yihadista para demostrar que aún siendo un animal malherido todavía tiene fuerza para dar la última dentellada.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), un coche bomba conducido por un suicida se empotró contra el restaurante Quser Al Umara en la calle Sindis en el centro de la ciudad de Manbij, al paso de una patrulla de la coalición internacional. El objetivo era ese establecimiento frecuentado por soldados extranjeros y sus socios de las Fuerzas Democráticas Sirias, liderados por los kurdos, y el suicida hizo explotar la carga del vehículo en hora punta, a mediodía, cuando más atestada está la calle y los restaurantes del centro. «Se trata del primer ataque suicida en Manbij contra la coalición internacional desde hace 10 meses», detalló Abdel Rahman, el director del OSDH. «La explosión tenía como blanco directo a la coalición», detalló el Observatorio ante de agregar que además de los cuatro soldados de EE UU murieron también cinco sirios de las fuerzas aliadas a la coalición y diez civiles. En el portal yihadista Amaq, el EI asumió la responsabilidad del ataque: «Un ataque suicida con un chaleco de explosivos contra una patrulla de la coalición internacional» en Manbij, en el noreste de la provincia de Alepo. Desde 2014, la coalición internacional, liderada por EE UU, lucha en Siria e Irak contra el grupo yihadista dirigido por el desaparecido Al Bagdadi. Cuando Donald Trump anunció en diciembre su intención de retirar a las tropas desplegadas en Siria, el consejo militar de Manbij, al que pertenece las Fuerzas Sirias Democráticas FDS, y que coordina la seguridad de la ciudad, pidió al régimen de Asad que desplegara sus fuerzas en Manbij por temor a que Turquía les atacara una vez que se retirasen las tropas.