El gobierno francés simplificará las leyes sobre el trabajo dominical

El Gobierno francés cambiará la legislación que precisa las normas de apertura de los comercios en domingo pero seguirá considerando que ese día de la semana "no es un día como otro", anunció hoy el primer ministro, Jean-Marc Ayrault.

"No se cuestionará la regla del descanso dominical"sino de "hacerlo en mejores condiciones, es decir, más claras, más simples y comprendidas por todos", declaró Ayrault tras recibir un informe sobre la material encargado al expresidente de La Poste Jean-Paul Bailly.

Ese texto propone que se simplifique la legislación actual, que se describe como incoherente, ilegible e inestable, y que se permita mayor libertad a los empresarios, pero teniendo en cuenta que "la especificidad del domingo debe respetarse".

"Se trata de hacer la sociedad conjuntamente, lo que necesita una sincronización del tiempo de descanso", indica el informe, que plantea una serie medidas concretas.

Por ejemplo, aboga por que se eleve de 5 a 12 el número de domingos al año que pueden abrir los comercios, siempre que el trabajo sea voluntario para los trabajadores, que vaya acompañado de compensaciones y que respete "el equilibrio entre la vida privada y la vida profesional".

De esos 12 domingos de apertura autorizada, el informe propone que las alcaldías designen 7 de ellos y los comercios los otros 5.

La nueva ley, que el primer ministro espera pueda presentarse a lo largo de 2014, tendrá que ser fruto de un "consenso muy amplio"porque el domingo es "un elemento fuerte de cohesión", subrayó Ayrault.

Hasta entonces, el Ejecutivo planteará una derogación transitoria para algunos sectores "en dificultades"como el del bricolaje en la región de París, el más contrario al actual marco normativo.

El pasado septiembre, una quincena de tiendas de bricolaje de Castorama y Leroy Merlin en la región de París desobedecieron la legislación vigente y abrieron sus puertas en domingo, después de haber perdido su causa en un tribunal.

El conflicto llevó al Gobierno a abrir una negociación y a encargar un informe externo a Bailly para analizar la situación del trabajo dominical en Francia, que ahora servirá de base para redactar la nueva legislación.