Política

Estados Unidos

El presidente de EE UU habla por teléfono con los líderes del Congreso antes de nuevo voto

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con los líderes del Congreso, en un último intento de convencerles para que lleguen a un acuerdo antes de la medianoche (6.00 horas en España) con el fin de evitar la quiebra de la administración pública.

Obama ha llamado al líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, "para instarle a aprobar la legislación que permitirá financiar al Gobierno durante las próximas seis semanas sin incluir cláusulas ideológicas extrañas".

"Ha dejado claro al líder republicano que la Cámara de Representantes debe actuar, como ya lo ha hecho el Senado, para mantener abierto el Gobierno, para evitar su cierre", ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado.

Por su parte, Boehner ha reiterado que "el 'Obamacare' está costando puestos de trabajo y que las familias estadounidenses no están siendo tratadas con justicia cuando las grandes empresas obtienen exenciones fiscales", de acuerdo con su portavoz, Brendan Buck.

Fuentes de la residencia presidencial han revelado a la cadena estadounidense CNN que Obama también ha hablado por teléfono con la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para transmitirle el mismo mensaje.

Asimismo, Obama ha contactado con los líderes de la mayoría demócrata y de la minoría republicana en el Senado, Harry Reid y Mitch McConnell, respectivamente.

El pulso gira en torno a la ley para ampliar la cobertura de la seguridad social, conocida popularmente como 'Obamacare'. Los republicanos habían propuesto aplazar un año su aplicación a cambio de autorizar más fondos para el Gobierno, pero el Senado la ha tumbado este lunes, lo que deja la decisión en manos de la Cámara de Representantes.

De no llegar a un acuerdo antes de esta medianoche, la administración pública quedará paralizada de forma indefinida. Aunque los servicios básicos seguirán funcionando. El Gobierno calcula que 700.000 funcionarios no irán a trabajar.

En términos económicos, la Casa Blanca estima que el cierre de la administración pública costaría a la economía estadounidense unos 10.000 millones de dólares (unos 7.300 millones de euros) semanales. Obama ha advertido de que tendrá un "impacto real"y afectará a "personas reales".

Obama ha comparecido hoy para recordar al Congreso que tiene como principales responsabilidades "aprobar un presupuesto"y "pagar las facturas". Si bien, ha insistido en que, pase lo que pase, su reforma sanitaria es irrevocable. "Va a seguir adelante", ha sostenido.

Si el acuerdo bipartidista no llega a tiempo, sería la 18 cierre de la administración pública desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.