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Reino Unido

Elon Musk irrumpe en la mayor manifestación ultraderechista de Londres con esta radical petición a los británicos

El magnate les dice a los 110.000 manifestantes del activista Tommy Robinson que "contraataquen"

Elon Musk YouTube

Londres vivió este fin de semana la mayor manifestación ultraderechista en décadas, con más de 110.000 asistentes reunidos en el centro de la ciudad. El protagonista inesperado fue Elon Musk, dueño de X (antes Twitter), quien, a través de un enlace de video, instó a disolver el Parlamento británico y convocar elecciones anticipadas. Su discurso encendió los ánimos de una multitud convocada por el activista de extrema derecha Stephen Yaxley-Lennon, conocido como Tommy Robinson.

La protesta, bautizada como “Unir el Reino” y promocionada como un “festival de la libertad de expresión”, terminó convertida en un altavoz de conspiraciones racistas, islamofobia y ataques al Gobierno británico. Lo que para la policía debía ser un acto de unas decenas de miles de personas superó con creces cualquier previsión y derivó en violentos choques con las fuerzas de seguridad.

Musk, cuya influencia mediática ha crecido desde la compra de la red social X, sorprendió al conectarse en directo con Robinson para dirigirse a la multitud. Sus palabras no dejaron lugar a dudas: “Realmente creo que tiene que haber un cambio de gobierno en Gran Bretaña… hay que disolver el parlamento y convocar una nueva votación”, afirmó.

El empresario también cargó contra lo que definió como el “virus de la mente despierta”, advirtiendo que “se avecina violencia” y que “o luchas o mueres”. Frases que, en un contexto de tensiones crecientes, resonaron como gasolina sobre un fuego ya encendido.

No es la primera vez que Musk se inmiscuye en la política británica. En el pasado arremetió contra la Ley de Seguridad en Línea de 2023, tildándola de amenaza a la libertad de expresión, y mantuvo enfrentamientos verbales con ministros por políticas de protección a menores. También ha mantenido una relación cercana con el populista Nigel Farage, aunque más recientemente criticó al líder de Reform UK tras un desencuentro sobre el apoyo a Robinson.

Una marcha récord, entre consignas y violencia

La magnitud de la protesta desbordó cualquier cálculo. Más de 110.000 personas viajaron a Londres en trenes y autocares desde distintos puntos del país. Los cánticos, muchos de ellos de tono agresivo y xenófobo, llenaron Westminster y Whitehall. “Keir Starmer’s a wanker” se repetía al ritmo de Seven Nation Army, mientras otros coreaban “Whose street? Our street” y “England”.

Los símbolos también marcaron la jornada: banderas británicas y de San Jorge, pancartas con mensajes contra la inmigración y libros coescritos por Robinson, como Mohammed’s Koran: Why Muslims Kill for Islam. Incluso un grupo de neozelandeses ligados a la iglesia Destiny realizó una haka antes de romper banderas de Palestina, el Estado Islámico y los Hermanos Musulmanes, gesto que fue recibido con vítores.

'Unite the Kingdom' far-right rally in LondonTAYFUN SALCIAgencia EFE

Pero la tensión pronto escaló. Según la policía metropolitana, 26 agentes resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad, y 25 manifestantes fueron arrestados por delitos que van desde desórdenes violentos hasta agresiones y daños criminales. La violencia obligó a cerrar accesos y dispersar a parte de la multitud que había quedado atrapada en Westminster Bridge y Parliament Square.

El acto también contó con la participación del político francés Éric Zemmour, referente de la ultraderecha en su país, quien habló del “gran reemplazo de los pueblos europeos por poblaciones musulmanas”. Sus palabras, traducidas para el público, fueron celebradas con aplausos.

Musk reforzó ese mismo marco al advertir de una “rápida erosión de Gran Bretaña” producto de la inmigración descontrolada y de la supuesta inacción del Gobierno frente a casos de violencia sexual. “Es irreal que el gobierno haya fallado en su deber de proteger a sus ciudadanos”, declaró.

Del otro lado, unas 5.000 personas se congregaron en una contramarcha organizada por sindicatos y colectivos antifascistas. Allí, la diputada Diane Abbott acusó a Robinson y sus aliados de ser “algunas de las fuerzas más anti-mujeres de la sociedad”, advirtiendo que intentan manipular la causa de la seguridad femenina para legitimar su agenda racista.

Un desafío político y social

La presencia virtual de Musk en un acto de esta magnitud marca un salto cualitativo en la legitimación de la ultraderecha británica. Su intervención no solo amplificó las demandas de Robinson, sino que otorgó un aura global a una manifestación cargada de mensajes excluyentes y teorías conspirativas.

Para las autoridades, el desafío es doble: contener la violencia callejera y enfrentar un discurso que se disfraza de libertad de expresión mientras promueve la polarización y la exclusión. Para Musk, en cambio, se trató de un “llamado al sentido común británico”.

Britain ProtestASSOCIATED PRESSAgencia AP

Lo cierto es que su voz, amplificada por millones de seguidores en redes, ha contribuido a calentar un clima social ya marcado por la desconfianza en las instituciones, la crisis migratoria y el auge del nacionalismo excluyente.

En un Reino Unido dividido y a la sombra de futuras elecciones, las palabras de Musk no pasaron inadvertidas: más que un comentario, fueron un espaldarazo a una de las corrientes políticas más radicales y conflictivas del país.