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Protestas

Enfrentamientos con la policía en las protestas de Reino Unido contra los hoteles reservados a inmigrantes

Tensión entre protestas y contraprotestas

Enfrentamientos con la policía en las protestas de Reino Unido contra los hoteles reservados a inmigrantes North News & Pictures Ltd

Al menos 15 personas fueron detenidas este fin de semana en el Reino Unido durante más de 30 protestas frente a hoteles que alojan solicitantes de asilo. Las manifestaciones, que tuvieron lugar en ciudades como Bristol, Liverpool, Newcastle, Aberdeen, Perth, Cardiff y Portsmouth, derivaron en enfrentamientos entre manifestantes antiinmigración, contraprotestas y la policía.

En Bristol se registraron golpes entre ambos grupos, lo que obligó a los agentes a intervenir y escoltar a varias personas fuera del área. Una mujer de 37 años fue arrestada por agredir a un trabajador de emergencias. En Liverpool la policía confirmó la detención de 11 manifestantes con cargos que incluyeron alteración del orden, agresión y desórdenes violentos.

En Newcastle, más de 100 personas se concentraron frente al New Bridge Hotel, donde se alojan unos 800 solicitantes de asilo. Portando banderas del Reino Unido y pancartas, gritaron consignas como “Stop the boats” y “Send them back”. Frente a ellos, los contramanifestantes corearon mensajes de solidaridad como “Refugees are welcome here”.

Una refugiada iraní en medio de las protestas

Las protestas se produjeron tras una sentencia que permitió cerrar el Bell Hotel de Epping, Essex, a los solicitantes de asilo, lo que alentó a residentes de otras localidades a organizar manifestaciones similares. En Horley, la tensión subió cuando un manifestante fue acusado de racismo y respondió con insultos hacia el grupo contrario, lo que obligó a la policía a separar a ambos bandos.

Entre los testimonios recogidos destacó el de Ariya, una refugiada iraní de 18 años víctima de tortura, que llegó al Reino Unido en barco tras huir de la represión por cambiar de religión. En una protesta reciente, señaló que se siente apoyada por las contramanifestaciones, aunque vive con miedo por el ambiente hostil. “El viaje fue muy duro. No estaría aquí si no hubiese tenido que hacerlo”, afirmó.