«Es llamativo que un Gobierno de izquierdas no incluya a mujeres»

- Varias decisiones de Alexis Tsipras como primer ministro han generado una ola de críticas en el exterior, pero los griegos se han tomado con indiferencia. La primera fue la formación de gobierno en coalición con los ultraconservadores Griegos Independientes. La segunda ha sido la ausencia de mujeres en su gabinete. «Resulta peculiar que un Gobierno de izquierdas tome decisiones más propias de un partido conservador», asegura Evi Batra, presidenta de la Asociación Griega de Mujeres Universitarias, en alusión a la ausencia de una cuota femenina en el nuevo Ejecutivo heleno.

Entre los diez ministros con cartera, ninguno es mujer y de los 40 cargos ministeriales sólo hay seis mujeres. Durante la campaña electoral, en una conversación con el público a través de Twitter, Tsipras respondió con un «no entra en mis prioridades» en relación a cuestiones sobre los matrimonios homosexuales, la inmigración irregular y la separación de Iglesia y Estado. «Los derechos de las mujeres deben ser la última de sus prioridades», se queja Batra. La catedrática de Derecho afirma que la decisión de Tsipras de no dar ningún ministerio a una mujer no deja de ser un reflejo de la sociedad griega, «donde hay muy pocas mujeres que ocupan altos cargos directivos». Por eso, la decisión tampoco ha ocupado un espacio destacado en los medios ni ha levantado críticas entre los griegos. «La noticia hubiese sido ver a cinco mujeres jurando el cargo de ministra. Es algo normal para nosotros, lo hemos vivido durante 30 años», se lamenta.

Según Batra, la crisis en Grecia no sólo ha sido económica, sino también social, ya que se ha dejado de prestar atención a problemas muy graves, como la igualdad o la violencia de género. «Es como una pirámide, hasta que las necesidades básicas no están cubiertas, no se piensa en las otras. Ahora la gente mira sólo el bolsillo», afirma. La ley de partidos en Grecia obliga a que como mínimo un tercio de los candidatos para las elecciones sean mujeres. Sin embargo, a diferencia de otros países europeos, la ley no protege la presencia femenina en el Ejecutivo. «Grecia está muy lejos de plantearse una ley de ese tipo», asegura Batra; «es una cuestión cultural que el Gobierno no puede cambiar en un día, pero por lo menos podría dar ejemplo», argumenta.

«Es inadmisible», reclama Vana Filiglou, estudiante de Educación; «en la universidad griega hay más mujeres que hombres, es simplemente ilógico que no haya ninguna ministra». Según Filiglou, a las mujeres griegas sólo les queda la esperanza de que Zoe Kostantopoulou sea nombrada presidenta del Parlamento, una posibilidad que se ha discutido estos últimos días. Sea cual sea la decisión, a los griegos la situación de la mujer no les inquieta. Neupic