El caso Carromero

España no cedió a las presiones de La Habana

La Razón
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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconoció ayer por primera vez y en sede parlamentaria las presiones de Cuba para que España modificara la Posición Común de la UE a cambio de la liberación de Ángel Carromero. Margallo compareció ante la Comisión de Exteriores a petición propia para explicar el relato de los hechos desde la muerte de los opositores Payá y Cepero en accidente de tráfico el 22 de julio del año pasado cuando viajaban en el vehículo que conducía Carromero. El ministro explicó que España no cedió y que no hubo «prestación política alguna» a cambio de la excarcelación del líder de Nuevas Generaciones del PP, condenado a cuatro años por un delito de homicidio tras una instrucción exprés. La diputada de UPyD Irene Lozano reprochó duramente al Gobierno «el haber dado por buena la versión de los hechos» de la dictadura de los Castro en lugar de haber ejercido una oposición «más audaz y beligerante». Más pragmático, Margallo insistió en la necesidad de mantener la «coherencia» entre lo que se dijo durante el diálogo con La Habana para que Carromero volviera a casa y lo que se dice ahora. Según fuentes diplomáticas, el tempo de la negociación fue «muy acertado» y marcado directamente por el jefe de la Diplomacia española. Cualquier cosa que se dijera en aquellos momentos, aseguran las mismas fuentes, podía afectar directamente el curso de los acontecimientos al tratarse de un régimen muy susceptible a la amenaza exterior y el conflicto se habría convertido en «irresoluble». Pese a que aún no se haya cambiado la Posición Común de la UE sobre Cuba fijada en 1996, la mayoría de socios europeos está de acuerdo en que se debe «flexibilizar». Dicha postura establece que el diálogo y la apertura de relaciones diplomáticas con la isla estarán condicionados a los avances democráticos. De hecho, este mes de abril podrían comenzar a observarse los primeros signos de esta mayor cintura con la dictadura castrista a tenor de lo que apuntan algunas fuentes.

Margallo también recordó que no es la primera vez que Cuba autoriza el traslado a España de presos en virtud del Convenio Bilateral de 1998. Hace poco más de un año, 22 días después de llegar a Exteriores, el ministro logró la vuelta del periodista Sebastián Martínez-Ferraté y junto a Carromero ha regresado otro preso, Miguel Vives, condenado a 18 años.