Testigo directo

“Estaba preparada para la Tercera Guerra Mundial”

Tamara preparó la maleta por si tenía que marcharse al extranjero ante el riesgo de un caos regional. Esther K. siente que no ha terminado: "Todo es muy raro"

AMP.- O.Próximo.- Miles de manifestantes protestan un sábado más contra Netanyahu en Tel Aviv
Miles de israelíes protestaron contra Netanyahu antes del ataque del sábadoEuropa Press

El fin de semana, que en Israel asoma los jueves por la noche, comenzó con alertas que decían “se espera que Irán ataque en 24-48 horas”. Y el fin de semana casi llegó a su fin y muchos ciudadanos, si bien en alerta, siguieron haciendo sus vidas con un ojo puesto en las noticias, pensando que todo estaba en orden. Más o menos. Otros no, otros llamaban a las líneas de apoyo emocional que el sábado cuadruplicaron el número de asistencias.

“Yo no dormí en toda la noche”, dijo Tamara Ofir, de Tel Aviv. “Estuve viendo las noticias y preparándome para todos los escenarios posibles. Me preguntaba por qué los iraníes contaban tanto de sus planes, y si lo hacían, quizá era para engañarnos. Luego no sabía si creer nada de lo que decía el portavoz del Ejército, después del 7 de octubre han demostrado que no son muy de fiar…”

El ayatolá Ali Jamenei efectivamente advirtió en tres ocasiones en los últimos días que Israel sería castigado por el atentado que se le atribuye del pasado 1 de abril en Damasco que mató a siete miembros de la Fuerza Quds iraní.

Al final de la noche Tamara había preparado equipaje para varios escenarios: “Para ir a casa de mi madre hice bolsas y mochilas para mis dos hijos y mi marido, para pasar unos días en el refugio hice un par de maletas, aparté aguas y comida no perecedera, hice unas maletas en caso de que aún tengamos necesidad de escapar al extranjero… estaba preparada para la tercera guerra mundial”.

A las cuatro de la madrugada, cuando parecía que ya no había más desarrollo y hasta los telediarios dejaban de repetirse, Ofir se fue a dormir.

Su marido, Stav, se había acostado a las 22:00horas. Con los niños. Y dice que durmió tranquilo toda la noche. “Vine de jugar un partido en una liguilla de ping pong, es lo que hago algunos sábados por la tarde”, explica bajo la mirada de su esposa que no se puede explicar esa campechanía. Stav cuenta que se preocupa lo justo y que confía en la estructura de seguridad del país.

“Es parte confianza y parte ‘si se acerca el fin del mundo, ¿de qué sirve estar angustiado?’”.

Alarmas en Jerusalén

En Jerusalén, al contrario que en Tel Aviv, sí sonaron las alarmas. Es más, misiles y drones pasaron por encima del complejo de Al Aqsa, emblema islámico que se creía que ningún musulmán pondría en peligro. Tanto es así, que, en la guerra del Golfo de 1991, cuando Sadam Husein lanzó a Israel misiles Scud para los que no tenían defensa, muchos israelíes buscaron refugio en Jerusalén con la certeza de que esa ciudad iba a permanecer intacta.

La noche del sábado, cuando en los televisores se veían imágenes de misiles sobre Al Aqsa, otra concepción equivocada se quebró.

Hemos creído muchas cosas que no son ciertas: que Hamás no es rival, que lo decían que iban a hacernos no era verdad, que el Ejército nos protege…”, lamenta Esther K. de Jerusalén. “Yo anoche corrí al refugio porque realmente pensaba que se nos venía el mundo encima. Esta mañana me he despertado con la sensación de que ya está. Irán ha lavado la cara, Israel no va a responder, que es lo que más me preocupaba, la verdad, y la vida sigue. Muy raro todo”.