Muerte del Papa

El Estado Islámico intentó asesinar en tres ocasiones al Sumo Pontícipe

Dos se produjeron durante su viaje a Irak y la tercera en Indonesia

El Papa Francisco en su segunda jornada en Irak
El Papa Francisco en su segunda jornada en IrakALESSANDRO DI MEOAgencia EFE

Un plan para asesinar al papa Francisco durante un viaje a Irak pudo evitarse gracias a un aviso de los servicios de inteligencia británicos, según relata él mismo en su autobiografía. El pontífice cuenta que, tras aterrizar en Bagdad en marzo de 2021, le informaron de que dos terroristas suicidas iban a atentar contra un acto en el que iba a participar. Ambos atacantes fueron interceptados y abatidos.

El viaje, que se prolongó durante tres días en plena pandemia de coronavirus, fue la primera de un jefe de la Iglesia católica a Irak y contó con una intensa operación de seguridad. La violencia sectaria había aumentado en Irak en los años anteriores a su visita, con enfrentamientos entre musulmanes chiítas y sunitas, así como con persecuciones a minorías religiosas. La comunidad cristiana del país se había reducido drásticamente, especialmente a causa del grupo Estado Islámico y otros extremistas sunitas.

En su autobiografía, el Papa dice que "casi todo el mundo me desaconsejó" la visita, pero sintió que "tenía que hacerlo". Según Francisco, el complot fue descubierto por los servicios de inteligencia británicos, que avisaron a la policía iraquí y esta, a su vez, se lo comunicó a su equipo de seguridad cuando aterrizó.

"Una mujer cargada de explosivos, una joven terrorista suicida, se dirigía a Mosul para inmolarse durante la visita papal", explica. "Y una furgoneta también había partido a gran velocidad con la misma intención".

El pontífice añade que al día siguiente preguntó a un responsable de seguridad qué había pasado con los presuntos atacantes. "El (funcionario) respondió lacónicamente: 'Ya no están'. La policía iraquí los había interceptado y volado por los aires", relata Francisco en la autobiografía.

El tercer intento se produjo durante el viaje apostólico a Indonesia del 3 al 6 de septiembre de 2024, como parte de una gira más amplia por Asia y Oceanía que también incluyó Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. La policía indonesia también detuvo a siete personas que planeaban, al parecer, atentar contra Francisco durante la visita que realizó al país asiático, según publicó la prensa local. En el registro de la vivienda de uno de los detenidos la policía indonesia encontró arcos y flechas, una bandera del Estado Islámico y un dron.

El Papa Francisco, como jefe de la Iglesia católica, era un objetivo permanente de los yihadistas, sobre todo después de la declaración que hizo en su día de respeto «a los verdaderos seguidores» del islam para que no se generalizara un odio contra esta religión. A este respecto, los yihadistas consideraban un ataque contra ellos la entrevista que mantuvo Francisco «con el infame Ahmed el Tayeb, líder de la Universidad de Al Azhar, al que se presentó como el representante de los musulmanes suníes en todo el mundo». Creen que es un intento de desvirtuar a su «califa» Bagdadi.

«Benedicto XVI –decían en una publicación interna–, el predecesor de Francisco, afirmaba que la democracia contradice la esencia del islam, que simplemente no tiene separación entre la política y la esfera religiosa real de los musulmanes. Así, mientras que Benedicto, y muchos antes que él, hicieron hincapié en la enemistad entre los cristianos paganos y musulmanes monoteístas, el trabajo de Francisco es notablemente más sutil, evitando palabras de confrontación, jugando el papel perfecto para su infiltración en tierras musulmanas». Los yihadistas llegan a afirmar que la condena que hizo Francisco del atentado contra una discoteca gay de Orlando, indicando que «no deben ser objeto de discriminación, que deben ser respetados y acompañados pastoralmente», lo que esconde es la búsqueda de apoyos de los gays en la cruzada contra la nación musulmana en general y el Estado Islámico en particular.